Un océano debajo de la superficie de la luna de Saturno, Dione, podría existir, de acuerdo con un nuevo estudio que trabajó sobre los datos disponibles de la sonda Cassini, que investigó al gigantesco planeta con anillos.

En el 2013 las imágenes que se hicieron públicas de Dione mostraron evidencias de que podría haber existido un océano bajo su superficie en el momento de que esta luna se formó. En un nuevo estudio se piensa que este océano podría aún existir. El estudio se publicará en el Geophysical Research Letters, una publicación de la Unión Americana de Geofísica.

Dione parece hoy en día una luna sin actividad, pero los científicos planetarios están de acuerdo en que las grietas en su superficie son testigo de un pasado mucho más violento. Las otras lunas de Saturno, Titán y Enceladus, tienen océanos globales debajo de su superficie y de esto ya prácticamente no se duda.

Si en Dione existe un océano, probablemente éste ha sobrevivido en toda la historia de dicha luna y esto podría ser, evidentemente, una zona habitable para la vida microbiana, de acuerdo a los autores del estudio.

En este nuevo estudio, en donde se usaron modelos por computadora para mostrar los datos de la gravedad de acuerdo a los números enviados por Cassini, se podría explicar si la capa exterior de la luna está flotando sobre un océano que está a unos 100 kms debajo de la superficie.

Y aunque Dione y Enceladus están compuestas de prácticamente los mismos materiales, en Enceladus hay una constante lluvia de granos de hielo que parten desde el polo sur. Como resultado, la superficie de esta luna es mucho más brillante. Sin embargo, el interior de ambas lunas podría ser muy parecido, de acuerdo a los autores de esta investigación.

De acuerdo al modelo planteado, el océano de Dione podría tener muchas decenas de kilómetros de profundidad y estar rodeado por un núcleo grande rocoso. Esto sugiere que el interior de la luna bien podría ser similar a la de Enceladus. Estas ideas parecen ser corroboradas por los datos que mostró Cassini sobre la cubierta de hielo de Enceladus, que es más delgada en el polo sur.

El club de «mundos oceánicos», lunas de hielo (o planetas), con océanos bajo su superficie, está ganando adeptos con cada misión. Ya hay tres mundos oceánicos que orbitan Júpiter y ahora dos o más que orbitan Saturno e incluso Plutón podría pertenecer a este club.

Referencias:

American Geophysical Union