Luego de semanas llenas de argumentos de ambas partes (algunos más irrisorios que otros) y 21 horas de deliberación repartidas en 3 días, el jurado del caso Apple vs. Samsung (el juicio de patentes del siglo) llegó a un veredicto: Samsung es culpable y deberá pagar 1,051,885 millones de dólares a Apple por haber infringido sus patentes.


Esta pelea legal comenzó en abril de 2011, cuando Apple acusó a Samsung (en San José, California, Estados Unidos) de haber infringido el copyright de sus dispositivos con algunos equipos del sistema operativo Android, tanto en patentes de software como en el diseño, por lo que exigió un pago de 2 mil 500 millones de dólares en daños.

El veredicto de 20 páginas con la respuesta a 700 preguntas sobre el tema es que Samsung infringió las patentes de software registradas por Apple en todos sus dispositivos móviles.

Los registros en disputa eran: ‘pinch to zoom‘, ‘tap to zoom‘ y la patente que hace que la pantalla vuelva a su posición original cuando la sueltas.

El monto de las infracciones se reparte así: 57 millones de dólares por Samsung Prevail, 44.7 millones por el Infuse 4G, 53.1 millones por el Mesmerize, 3.3 millones por el Replenish y 954. 060 millones de dólares por el Transform.

El jurado compuesto por 9 integrantes también concluyó que la compañía coreana infringió las patentes de diseño en varios dispositivos, en especial las que corresponden a la ubicación de la bocina y el botón de inicio, la instalación de vidrio sobre la superficie del equipo y los bordes redondeados de algunos de sus equipos. Los modelos afectados en este tema son: Epic 4G, Galaxy SII, Galaxy Tab 10.1, Infuse 4G, Nexus S, Galaxy Ace. El único que no se vio afectado fue el Galaxy Tab 10.1, pues se concluyó que no copió el diseño del iPad.

Samsung también confundió a los consumidores al lanzar equipos similares, pero se determinó que sólo sucedió con el iPhone 3G, que no pudo contrastar con los modelos Fascinate, Galaxy S, Galaxy S 4G, Showcase, Mesmerize y Vibrant. Por supuesto Samsung había querido contrademandar a Apple en materia de patentes relacionadas con la comunicación inalámbrica, pero el jurado dijo que la compañía de Cupertino era inocente.

Referencias: The New York Times y The Verge