Con esto en mente ya hay fuertes rumores de que Amazon está por sacar una tablet basada en Android para finales de septiembre o principios de octubre. Un dispositivo del gigante de los libros de esta naturaleza se venderá en muchos menos dólares que el costo inicial que tiene un iPad. Se considera a Amazon una de las amenazas creíbles en este campo de las tablets para Apple. “Si Amazon es particularmente agresivo en lo que se refiere a precio, esto podría a muchos fabricantes de tablets reconsiderar los precios de venta de sus dispositivos”, dice Charles King, analista principal de Punch-IT.
Aparte del fenómeno del TouchPad, el mercado de tablets de bajo precio está empezando a emerger a la superficie, incluyendo a fabricantes como Vizio, que ha lanzado una tablet de $299 dólares este mismo mes. De acuerdo a ITG Investment Research, las tablets cque corren Android están empezando a golpear al iPad en las ventas de tablets, y el precio seguramente será una de las razones para que otros competidores entren a este mercado. “Esperamos ver más tablets de bajo precio con Android que entren en este mercado, lo que hará que su participación dentro del mismo crezca“, indica Tony Berkman, CEO de ITG.
La presión se basa en cómo construir dispositivos móviles más baratos, no solamente tablets sino incluso teléfonos inteligentes. Ayer Samsung mostró cuatro teléfonos nuevos con Android y Nokia hizo su aparición con tres nuevos teléfonos basados en Symbian, los cuales -todos- están construídos para el mercado de bajos recursos.
Los teléfonos más baratos cuestan $200 dólares o menos y los consumidores en muchas ocasiones los obtienen gratis si firman contratos largos con los carriers.
No es casualidad entonces que se hable de tratar de competir contra el iPad vía precios realmente bajos en las tablets. Apple de hecho reporta estar desarrollando un iPhone barato para retar a sus rivales que ofrecen teléfonos inteligentes baratos con Android.
Lo mejor de todo esto es que quien sale ganando al final del día es el consumidor final.
Fuente: NY Post