Hace algunos años, cuando descubrí lo que ahora se llama Google Earth quedé impresionado. El software mostraba un globo terráqueo en tercera dimensión y era posible moverse de un lugar a otro con unos cuantos clics. En el 2004, la empresa Keyhole, Inc., le vendió a Google lo que en aquel tiempo se llamaba Earth Viewer. La historia más o menos es conocida. Con los ilimitados recursos económicos y técnicos del gigante de las búsquedas, el programa ha venido mejorando poco a poco, pero con pasos firmes.

Como es costumbre, al principio las fotografías aéreas o satelitales sólo cubrían las principales ciudades de los Estados Unidos y algunas capitales europeas. Uno se podía ir “metiendo” en la imagen hasta llegar a ver con bastante claridad las calles y algunos edificios que eran fácilmente reconocibles.

Afortunadamente, Google ha entendido muy bien que el mundo no es Estados Unidos y en este y otros productos se ha propuesto incorporar la mayor cantidad de información disponible. Hace unos días fue liberada la versión 4.6 del software en su versión para “América Latina”. ¿Qué significa eso?

El verdadero poderío del programa consiste en la combinación que genera a partir de los mapas y las búsquedas de Google. En ese sentido, el “mundo” toma vida y es posible localizar puntos de interés, calles, edificios conocidos y mucho más, combinando la información cartográfica con las extensas bases de datos de la empresa. Así, con esta versión, lo nuevo para los que habitamos en algunos de los países de América Latina es que se pueden localizar puntos de interés. ¿Cuántos? No muchos todavía, pero se ve que el trabajo está en proceso.

Otra característica es la integración con Panoramio, un sitio donde los usuarios suben fotografías de lugares específicos. En este sentido, Earth muestra una pequeña cámara fotográfica sobre el mapa, al dar clic, se despliega la foto en cuestión, lo que permite conocer el punto en específico.

¿Cómo se vería el lugar mostrado en pantalla de noche? Con un botón se puede simular la sombra del sol y es posible “ver” de noche. No encuentro muy atractiva esta función, pero está integrada. Hace más de un año que este software además de mostrar la tierra, hace lo mismo con el cielo. Al dar clic a “Sky View” es dibujada la bóveda celeste tal y como se vería en ese punto del planeta. Muy interesante y divertido, si en donde vive todavía se pueden ver las estrellas en la noche…

¿Qué sería de la red sin la ayuda de los usuarios? En este caso, la página Google Earth Community es un punto de reunión donde miles de personas “localizan” puntos de interés y ofrecen la liga para ir directamente a ellos. Hay de todo y para todos.
Uno se puede pasar horas y horas simplemente navegando el planeta. El programa tiene la función de “Lugares de Interés” a donde se puede “volar” con un solo clic. Hay que disfrutar la función, pues el despliegue gráfico es impresionante (claro, si la computadora da el ancho y la conexión a Internet es decente).

Por otro lado, la empresa también ofrece los Google Maps, que, en esencia ofrecen la misma información, uno a través del Web y otro dentro del programa que de descarga e instala en la máquina. El primero, Maps, es más de consulta rápida, el segundo, Google, es más para estar navegando y conociendo un poco de todos lados, o mucho de un punto en particular.
¿Qué falta? El famoso “Street View” de Google Maps para América Latina. Esta función muestra la vista que tendríamos si estamos en la calle. Por medio de miles y miles de fotos, el software hace posible “pasear” al nivel de la calle por la zona seleccionada. Para darse una idea de esto, puede visitar San Francisco o Nueva York (sólo disponible en Maps). Y, por supuesto, faltan las famosas “instrucciones” de cómo llegar del punto A al punto B, donde sale un listado de la ruta exacta.

Hacer eso para la Ciudad de México, por ejemplo, siempre ha representado todo un reto y no precisamente tecnológico. Si un día alguna autoridad decide cambiar el sentido a una calle, de aquí a que se actualice la información… bien pueden pasar un par de años. Hay que recordar que Google y otras empresas que ofrecen estos servicios, adquieren la información de terceros que se dedican, precisamente, a seguirle el pulso a la ciudad.

Si no lo ha hecho, descargue Google Earth, que por cierto es gratuito en su versión básica y disponga de por lo menos una hora libre para volar por el mundo. Satisfacción visual garantizada.