La (ahora ex) empleada de Nintendo of America, Alison Rapp, una víctima de acoso en línea en medio de una controversia sobre el enfoque de la empresa para la localización de determinados juegos, fue despedida por la compañía esta semana. Ella anunció su salida en Twitter, diciendo que su despido se produjo después de semanas y meses de acoso repetido dirigido a ella y Nintendo.

«Como muchos de ustedes saben, los últimos dos meses han sido un torbellino de controversia y acoso. Durante las últimas semanas he tenido que tomar medidas de seguridad con mi familia, incluidas pláticas con la policía, a la que le tuve que advertir que había una actividad sospechosa. El día de hoy, la decisión fue tomada: ya no soy una buena y segura representante de Nintendo y mi empleo ha concluido”.

Nintendo of America confirmó la terminación de Rapp en una declaración hecha a diferentes medios, en donde afirma que su despido se debió a una violación a las políticas de la compañía:

“Aunque la terminación de la Sra. Rapp viene después de que ella fuera objeto de críticas por parte de ciertos grupos en medios sociales hace varias semanas, estos incidentes no están relacionados en absoluto. Nintendo es una empresa comprometida con fomentar la inclusión y la diversidad, tanto al interior de la compañía como en la industria de videojuegos en general, y rechazamos firmemente el acoso de individuos con base en su género, raza o creencias personales. Le deseamos lo mejor a la Sra. Rapp en sus futuros proyectos».

Después de la declaración de Nintendo, Rapp escribió en Twitter para expandir el tema y las circunstancias de su despido. De acuerdo a una serie de tweets, dijo que esto sucedió después de regresar de vacaciones y de que Nintendo revisara sus cuentas de redes sociales.

«Cuando regresé de mis vacaciones, Nintendo me despojó de mi condición de portavoz e hizo un movimiento lateral para que no dirigiera juegos como directora de producto nunca más.  Esto se debía a lo que la polémica significaba y vieron mis tweets y decidieron que no era una buena representante de la empresa».

Además de esto, parece que Rapp tenía un segundo trabajo pero con otro nombre, esto para poder costear sus gastos estudiantiles, pero al parecer alguien la descubrió e informó a Nintendo of America. Esto no fue del agrado de la compañía, a pesar de que ella estaba trabajando bajo otro nombre.

Rapp, quien trabajó como especialista de mercadotecnia de producto en Nintendo Treehouse, una división encargada de la localización de juegos, se convirtió en víctima de acoso el año pasado, después de que Nintendo diera pie a numerosos debates tras modificar títulos como Xenoblade Chronicles X, Fire Emblem Fates y Fatal Frame: Maiden of Black Water para su publicación en América.

Estos cambios consistían en retirar cualquier contenido sexual que pudiera resultar moralmente ofensivo, en especial, para la crítica estadounidense. Esto resultó contraproducente, pues una parte del público prefería que los juegos llegaran a nuestra región como habían sido creados originalmente. Por eso, en los meses recientes, Rapp —quien defiende la postura feminista y LGBT— se volvió objeto de constantes ataques en línea.

Sin embargo, Rapp en realidad se dedicaba más al área de mercadotecnia y no tenía ninguna relación con los cambios de contenido localizado. Lamentablemente, todo se complicó cuando se descubrió que había escrito un ensayo en la universidad en 2011, en donde argumentaba que las leyes sobre pornografía infantil en Japón debían permanecer fieles a los valores culturales de aquella nación, lo que hizo que la tacharan de pedófila. Muchos creen que fue éste el principal motivo de su despido.

Referencia: Alison Rapp (Twitter), Kotaku