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Una Fitbit es la clave de un asesinato

La tecnología muchas veces es testigo de terribles caso de asesinato, y debido a esto la policía busca sacar provecho para encontrar a los culpables.

En el mes de diciembre del año 2016, Richard Dabate realizó una llamada al 911 en los Estados Unidos para informar el homicidio de su esposa, que supuestamente había sido asesinada por un disparo a quemarropa causado por el intento de asalto en su propia casa, sin embargo, 16 meses después se ha encontrado culpable a Dabate por el asesinato de su cónyuge y todo gracias a una pulsera de Fitbit.

Según los investigadores, la historia de Dabate era bastante creíble, pero los lugares visitados por la víctima que registró su pulsera Fitbit no coincidían con la hora de la muerte que dio el esposo, lo que llevó a los investigadores a ahondar más en el caso, descubriendo que el ritmo cardíaco de la víctima antes de morir era similar al de otros días, lo que indicaba que la pareja había peleado con bastante intensidad desde meses anteriores.

Al haber obtenido estos resultados de Fitbit la policía revisó los mensajes de Richard Dabate, así como los de su esposa, Connie Dabate, encontrando que la pareja había peleado desde un año antes del asesinato debido a que Richard Dabate sostenía otra relación con una mujer, situación por la que habían discutido sobre un posible divorcio.

Richard y Connie Dabate

Después de analizar los mensajes de texto, llamadas y los datos de la pulsera de Fitbit, descubrieron que la historia que había dado Dabate sobre la hora en la que un sujeto con aspecto similar al de Vin Diesel (según la declaración oficial) había disparado a su esposa y acabado con su vida no eran reales, por lo que se convirtió en el principal sospechoso del asesinato de Connie Dabate.

Fue así como la policía de Connecticut  descubrió que el arma homicida, una Magnum .357, era la misma que había comprado Richard Dabale anteriormente, situación suficiente para declararlo culpable por el homicidio de su esposa. Según los investigadores, la información obtenida por la pulsera Fitbit fue muy valiosa para llegar al fondo del caso.

Otro caso similar se presentó en Arkansas, Estados Unidos en el 2015, ya que James Andrew Bates fue arrestado por sospecha de asesinato contra Victor Parris Collins, quien fue hallado muerto en la bañera de hidromasaje de la casa de Bates.

Según la investigación, Bates llamó al 911 a las 9:30 de la mañana del 22 de noviembre del 2015, mencionando que su amigo se encontraba boca abajo flotando en el agua de la tina, sin embargo, el cuerpo fue hallado boca arriba con sangre y heridas en la boca y nariz.

Cuando la policía del condado comenzó la investigación de la escena del crimen descubrieron que tanto el patio, como la bañera habían sido limpiados con agua, cuando se le preguntó a Bates la razón de eso, él no supo dar una explicación razonable de la situación.

James Andrew Bates

Gracias a que Andrew Bates tenía en su casa varios dispositivos inteligentes entre los que se encontraba un sensor en la tina de hidromasaje y un Amazon Echo muy cerca de ella, la policía pensó que serían elementos importantes para la investigación. Sin embargo, al solicitar a Amazon el acceso al dispositivo de la casa de Bates, la empresa se negó a ayudar argumentando que era una violación a la privacidad del usuario.

A pesar de que la policía de Arkansas informó la importancia del dispositivo inteligente para el hogar de Amazon con el caso, la empresa propiedad de Jeff Bezos mencionó que el dispositivo sólo podría haber guardado información si Bates había dado alguna orden a Alexa durante el asesinato, o tiempo después de haberlo hecho, pues a pesar de que el Amazon Echo está escuchando todo el tiempo al usuario la información que recopila mientras no se le da una orden no va a dar a los servidores de Amazon, simplemente se pierde puesto que no es necesaria para el usuario o la compañía.

Amazon Echo

A pesar de que el abogado de Bates aplaudió la decisión de Amazon, no tuvieron la misma suerte con la tina de hidromasaje, que demostró que se habían utilizado 530 litros de agua entre la 1 y las 3 de la mañana, momentos en los que ocurrió el asesinato de Victor Parris.

Nuevamente Bates no pudo dar una razón creíble a los investigadores del por qué se había utilizado tal cantidad de agua, aunado a que la tina y el patio habían sido limpiados horas antes de que la policía llegará a la escena del crimen. De igual manera se encontró con que Bates tenía las manos rasguñadas y lastimadas, signo de una pelea previa con Victor Parris quien se defendió para no perder la vida.

Si bien el Amazon Echo nunca pudo ser revisado para obtener información sobre las órdenes de Bates, el sensor de la tina delató el asesinato de Victor Parris, llevando al arresto de su “amigo” Andrew Bates.

Referencias: The Telegraph, NY Daily News 

 

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