Un hombre de Minnesota fue expulsado de un vuelo de Southwest Airlines porque tuiteó que una agente en la puerta de abordar fue ruda, de acuerdo a un reporte de CBS Minnesota. Después de haber tuiteado al respecto, el hombre fue sacado del avión y «forzado» a borrar el tuit antes de que pudiese re-abordar.

La historia parece ridícula, pero resulta que es cierta. Duff Watson era un pasajero en la lista «A», en Southwest, lo cual quiere decir que tenía prioridad para abordar el avión. Watson se ofendió cuando la agente en cuestión le dijo que sus dos hijos no podían embarcarse en el avión como pasajeros con prioridad «A», aunque fueran con él. Y Watson le hizo ver a la agente que en Twitter -de hecho- pondría lo que le acababan de decir.

Watson escribió literalmente: «Something to the effect of ‘Wow, rudest agent in Denver. Kimberly S, gate C39, not happy @SWA,‘» (Algo que el efecto de ‘Wow, la agente más ruda en Denver. Kimberly S,  puerta C39, no es feliz @ SWA), de acuerdo con CBS. La familia eventualmente abordó el avión, pero de acuerdo a la hija de Watson, Lucy, la agente amenazó con llamar a la policía. El pasajero afectado indicó que la oficial dijo que había sentido que su seguridad había sido amenazada.

Southwest se disculpó eventualmente con Watson vía correo electrónico, regalándole a él y a sus hijos unos vales de 50 dólares. El afectado dijo que nunca más volaría por dicha compañía.

Lo curioso de esta noticia es cómo los norteamericanos ejercen la autoridad en los aeropuertos. Si alguno de ustedes ha viajado a los Estados Unidos y por alguna razón tiene que pasar por algún operativo de seguridad, observará que hay un nerviosismo extraño, malas maneras de los oficiales, imposiciones, ningún pasajero se puede quejar de nada porque eso parecería síntoma de que es un terrorista, etcétera y ni hablar de ser amable o de hacer alguna broma. El incidente por sí mismo resulta casi absurdo, pero revela en muchos sentidos algunos aspectos de cómo las autoridades aeroportuarias actúan, probablemente como consecuencia de los atentados de la Torres Gemelas del 2001. Es decir, hace trece años de esto pero el «sospechosismo» sobre los viajeros se ha mantenido intacto. ¿O no?

Referencias:

Ars technica