Twitter entregó a una corte de Nueva York, en Estados Unidos, un documento con los tuits y datos de Malcolm Harris, un manifestante de Occupy Wall Street. Esto lo hizo luego de haber sido amenazado con la posibilidad de ser multado por las autoridades.

Harris fue arrestado junto con otros 700 manifestantes durante una protesta en 2011; en su caso, el cargo fue alteración del orden público. Tanto Twitter como el manifestante utilizaron todos los recursos legales para evitar dar información, pero la red social fue obligada a entregar los tuits que Harris publicó entre el 15 de septiembre y el 15 de diciembre de 2011.

En caso de que no cumpliera, la compañía habría tenido que entregar su información financiera a la corte para que ésta estipulara el monto de una multa.

La autoridad no sólo está interesada en el contenido de los tuits publicados por Harris; además, quieren saber en qué IP se conectó, dónde mandó mensajes directos, qué mensajes fueron borrados, cuánto tiempo pasó en la red social, en qué días y horas y, de ser posible, cualquier información referente a su ubicación.

En un tribunal más alto, Twitter está intentado demostrar que no es responsable por lo que los usuarios publican y que no debería ser multada por eso. A final de cuentas, las redes sociales son herramientas y no tienen ninguna influencia en el contenido, ¿o sí?

Referencias: ArsTechnica y Reuters