Hace un par de días estaba dando una clase y mostrando a mis alumnos un programa que hacía un filtro gráfico a través de generar una página HTML.

En la máquina que tengo en mi salón, la cual está directamente conectada al proyector, quería mostrar el resultado del programa y corrí el navegador Chrome, pero éste desplegaba el resultado y de pronto marcaba un error. No hubo manera de echarlo a andar. Decidí entonces usar Firefox, que también está instalado en esa computadora pero no desplegó nada. Quise usar el malísimo Internet Explorer pero sin éxito.

Y el asunto es que en la computadora de mi salón no puedo instalar ningún programa porque no tengo los permisos correspondientes de los administradores de estos sistemas que están prácticamente en todos los laboratorios de cómputo de la Facultad de Ciencias.

Para lograrlo tendría que pedirle a los técnicos académicos que me instalaran otros navegadores y ver si alguno de ellos funcionaba con mi programa o bien, poder correr un navegador que estuviese en mi USB sin tener que instalarlo, es decir, que fuese portable.

Los programas en Windows (y otros sistemas), se tienen que instalar muchas veces, lo cual significa normalmente copiar una serie de archivos que el sistema va a usar, registrar en un archivo llamado «Registry» (vaya coincidencia) una serie de definiciones que Windows requiere y listo, ya podemos usarlo. En muchas ocasiones cuando se instala un nuevo paquete hay que arrancar la máquina de nuevo para que el sistema vea que ha habido cambios.

Entonces, tener un navegador portátil es algo que en ocasiones no es tan fácil de hacer. Sin embargo, encontré algunas opciones interesantes que curiosamente no resolvieron mi problema, aunque finalmente hallé uno que sí funcionó. Quizás mi HTML está mal formado, y eso es culpa mía, pero en muchas ocasiones los intérpretes de HTML son bastante flexibles y perdonan algunos detalles. En fin.

El asunto es que he aquí algunos de los navegadores de Internet que encontré con versiones portátiles:

Avant

Ya lo conocía y en general creo que merecería mejor suerte en el gusto de los consumidores. Es bastante robusto y en general hace la tarea encomendada. Lo que lo hace diferente es quizás como maneja Flash, pero como este sistema va de salida, quizás esto ya no importe. Otro asunto es que tal vez no es muy rápido y definitivamente más lento que Firefox, pero vamos, nada para preocuparse. Me parece una buena opción aunque no funcionó con mi código HTML (que, repito, puede ser problema de cómo está formado el archivo y no del navegador). Se puede descargar de este enlace.

Pale Moon

Es muy parecido a Firefox aunque parece una versión recortada de este, pues está construido a partir del código oficial de Firefox. usa menos memoria que el programa que distribuye Mozilla y no se ven diferencias significativas con respecto al original. Vale la pena probarlo. De nuevo, el sistema se congelaba con mi HTML. Algo sin duda estoy haciendo mal o quizás, como usa el mismo motor de render de HTML que Firefox, probablemente no puede, como Firefox, procesar mi archivo. Se puede descargar de este sitio.

Opera@USB

Opera es uno de los mejores navegadores que hay y se utiliza bastante, aunque no llega a competir contra los que controlan este mercado. Sin embargo, tiene sus fanáticos y fieles seguidores. Lo instalé pero no me funcionó. Empecé a pensar que era un problema definitivamente mío. Opera portátil puede ponerse en el USB y correrse, como los otros programas, desde este dispositivo. De cualquier modo, pueden intentarlo y descargarlo aquí.

QtWeb

Finalmente bajé e instalé en mi USB este navegador y no sólo pudo leer e interpretar correctamente mi archivo HTML, sino que permite poner el menú de opciones en lugar de valerse solamente de los iconos que presenta. En la versión portátil se cae de pronto, pero se reinicia y funciona. No es el más estable pero, por ejemplo, resolvió mi problema a pesar de que en una de cada 5 ocasiones tuve que cerrar la aplicación y volverla a ejecutar. Puede descargarse de este sitio.