Todos aquellos que usan Internet tiene que padecer los anuncios que aparecen en muchas páginas. Es entendible que una organización comercial decida poner anuncios en su página como parte de los ingresos que requieren para tenerla funcionando. Sin embargo, hay mucha gente que piensa que ya esto es demasiado. Por ello, se han creado programas que bloquean los anuncios de las páginas web. Yo francamente no sé cómo estos programas (o plug-in en los navegadores), trabajan, porque no encuentro qué criterios siguen para distinguir entre una imagen que es un anuncio y otra que es legítimamente de un artículo.

El editor de The Next Web, por ejemplo, hablando de este tema, dice que es inmoral la existencia de los bloqueadores de anuncios. «Tengo resentimientos -como editor- por las personas que disfrutan mi trabajo pero se enorgullecen de correr un bloqueador de anuncios para quitarme la posibilidad de tener alguna utilidad por ello».  Y esto viene además a cuento porque el Financial Times reporta que las redes de telefonía móvil en Europa están planeando ofrecer servicios de bloqueo de anuncios a sus clientes. «Si es cierto, deberían avergonzarse», dice el editor de la mencionada página web.

La realidad es que en este asunto hay dos opiniones encontradas. Por una parte, es una cuestión de principios: ayudar al que publica una página a ganar dinero es algo que siento que muchos deberían hacer si consumen los contenidos de dicha página. Para quienes no usan un bloqueador de anuncios, ese par de minutos ayuda a quienes publican a conseguir ingresos por un contenido que todos pueden acceder gratuitamente. Para los que bloquean los anuncios, sin embargo, piensan que muchas veces se abusa de este recurso y por ende, los deciden bloquear.

Y si nos vamos más allá de estas ideas, quienes publican páginas web están en su derecho de buscar posibilidades de ingreso de las mejores maneras que puedan. Pondré un ejemplo, las empresas que dan TV por paga no deberían poner anuncios, porque ya los clientes pagan por ello. Si no contratamos la TV por paga y nos limitamos a la TV abierta pues ni modo, a recetarnos el interminable catálogo de anuncios que nos pasan, incluso muchas veces con más tiempo de anuncios que del programa que estamos viendo. Pero no nos cuestan esos contenidos, ¿con qué derecho les podríamos bloquear sus anuncios? Tal vez habría que entender que es un mal necesario.

Hay que reconocer que finalmente mucho de lo que mueve a la web son los anunciantes. Cortarles la posibilidad de anunciarse es de alguna manera hacernos el harakiri porque si hay menos anunciantes, o más anunciantes bloqueados, esos ingresos dejan de percibirse en las páginas web y entonces probablemente la consecuencia sea que haya menos contenidos, menos diversidad, menos inteligencia comunitaria en la propia red Internet.

La propia web The Next Web ha implementado un Canvas Ad, el cual permite por ejemplo, ver fotografías de obras de arte modernas o antiguas. La idea quizás es que la gente no quiera bloquear estos anuncios de página completa porque son agradables. Es una manera de crear anuncios que la gente al menos en una primera impresión no quiera quitarlos. ¿Será esa la solución?

Referencias:

The Next Web