Cuando salieron las netbooks fueron un éxito casi inmediato. Por menos de 5,000 pesos, aproximadamente, uno podía hacerse de una computadora pequeñita pero con poder suficiente para hacer muchas tareas cotidianas, incluso programarlas. De hecho, hubo un tiempo que muchos de los alumnos a los que les he dado clases en la UNAM llevaban netbooks al salón. Hoy parecen estar de salida.

Acer y Asus han decidido detener la fabricación de netbooks a partir del primero de enero del 2013. Es un final inesperado en cierta medida, pero la tecnología se mueve así de prisa y quien se detiene, se vuelve obsoleto y desaparece. En el 2009 ABI Research indicó que en el siguiente año las netbooks (inicialmente definidas como máquinas con un procesador Atom de Intel, con pantallas más pequeñas de las 10 pulgadas en diagonal) venderían 139 millones. Sin embargo, para este 2013 las predicciones parecen haber cambiado radicalmente. El número vendido de netbooks estará más cerca del cero que de los 139 millones. Digitimes apunta que Asus no hará más los modelos Eee y Acer no tiene otro plan que deshacerse de su inventario de netbooks, lo cual podría implicar una reducción de precios que le podrías ser atractivo aún a un grupo de personas, pero después de eso: Adiós. Las dos empresas más fuertes en este ramo estarían casi diciendo oficialmente que este negocio ha sido cerrado.

Curiosamente Intel ha dicho que seguirá fabricando el procesador Atom en un intento de mantener una computadora con mucho tiempo de batería, bajo costo y bajo consumo de energía, quizás para ser usadas como puntos de venta en mercados que requieren cómputo embebido.

¿Pero quién ha sido el responsable de la “muerte” de la netbook? Hay cuatro candidatos, la llegada de las ultrabooks, la economía misma, los problemas de esta plataforma en términos de desempeño y la llegada del iPad y otras tablets que poco a poco se están haciendo del gran mercado.

Las netbooks tuvieron una vida corta pero interesante, que le dieron variedad a la industria, buscando vender estos procesadores de baja energía de Intel y de obtener más dinero con Microsoft. Pero la reducción de precios más el hecho de que las licencias de Windows no son gratis llevaron a las netbooks a un nicho específico: peores especificaciones que las laptops más baratas (ligeramente por encima de los precios de las netbooks), casi margen cero a los fabricantes y pobre desempeño de la batería.

Así pues, se van las netbooks, pero seamos claros, no dejaban de ser una PC más.

Referencias:

The Guardian