Entre tantos modelos de smartphones, smartwatches y otros productos de última generación puede haber diferencias importantes de diseño y tecnología, pero muchos de ellos – al menos los más recientes – cuentan con algo en común: su enfoque en apps y recursos para medir la salud del usuario.
Apple es uno de los más interesados en introducir funciones de fitness en sus productos, y así lo comprobó en su evento del lunes pasado donde demostró la nueva suite de salud que estará disponible en iOS 8.
Antes de que esa versión del sistema operativo móvil esté disponible – y aprovechando que iPhone 5S tiene un chip especialmente diseñado para tener mejores resultados al medir un entrenamiento – la compañía muestra lo que ya se puede hacer en este momento si se usa el smartphone insignia.
Gente que corre, nada, sube colinas, juega golf, anda en bicicleta o simplemente va al gimnasio, playa o parque a entrenar, todos están ejercitándose y usando su iPhone para medir los resultados. Y claro, tal y como la canción de fondo lo indica, el objetivo es hacer que la “grasa de pollo se vaya”, es decir, mantener una buena condición y adelgazar.
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Si se toma en cuenta las adecuaciones de software y hardware que Apple ha implementado en sus productos para hacerlos más versátiles en el terreno de la salud – y que incluso el supuesto “iWatch” podría tener funciones de fitness – es fácil prever cuál será uno de los puntos centrales de esta empresa para favorecer el uso de sus próximos gadgets.
Resta ver qué características enfocadas al tema en cuestión serán utilizadas en el siguiente iPhone, que podría ser lanzado en el tercer trimestre del año.
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