Sin importar de sus niveles de suscripción, los clientes actuales se les asignará un límite de 150 Gbytes. Tales límites se asignarán solamente a los nuevos suscriptores en el área de Reno. La idea en el fondo es desalentar a los usuarios “pesados”, que son aquellos que intercambian archivos y juegan en línea por horas, logrando congestionar las redes de AT&T. La empresa estima que solamente el 5% de sus suscriptores usan el 50% de la capacidad de la red.
Usuarios regulares de la web y del correo electrónico no deberían preocuparse por estos límites, que ciertamente parecen lejanos para un usuario normal. Pero aquellos usuarios que usan servicios de “streaming” como Netflix podrían llegar relativamente rápido a los límites impuestos. Una película estándar puede consumir cerca de 2 Gbytes.
Comcast, el segundo proveedor de servicios de Internet, ha puesto ya límites de hasta 250 Gbytes. Usuarios que excedan dichos límites podrían enfrentar multas o una posible suspensión de sus cuentas. Time Warner Cable y FairPoint Communications también han reportado el estar explorando los límites en el tráfico de información.
La realidad es que esto es un mal síntoma. Aunque la noticia afecta solamente a los Estados Unidos, no resulta improbable que en algún momento en nuestro país los proveedores de Internet decidan también poner ciertos límites en el uso de la red. Quizás sea una moda pasajera en los Estados Unidos, pero como todas las modas que se ven allá, tarde o temprano llegan al país.