Un ingeniero de Intel ha mostrado un proyecto en el cual se usa vino para darle energía a un microprocesador. El ingeniero en cuestión, en la demostración que hizo, puso vino en un vaso de cristal que contenía un circuito con dos puntas de metal, durante la conferencia de Genevieve Bell, un “fellow” de Intel, en el Intel Developer Forum en San Francisco. Cuando el vino tocó el metal, el microprocesador, en un circuito, se encendió. El chip entonces corrió un programa gráfico en una pantalla de tinta electrónica.

No se dieron, lamentablemente, más datos sobre esta nueva tecnología pero parece ser que de todas maneras está lejos de que sea implementada ya en dispositivos cotidianos en un futuro próximo. Es solamente uno de muchos proyectos del grupo “New Devices” de Intel, que investiga oportunidades de negocios en mercados emergentes, como en “las cosas de Internet”  y en dispositivos que se usan en la vestimenta, por ejemplo. Intel demostró previamente el prototipo de un chip solar que podría obtener su energía con la luz de un foco.

Bajo consumo de energía no significa un desempeño bajo, y quizás ahora debamos empezar a acostumbrarnos a que se hable de microwatts y no miliwatts, dijo Mike Bell, vicepresidente y gerente general del grupo mencionado en su aparición en la conferencia. La meta de la demostración era mostrar el progreso de Intel en el desarrollo de chips de bajo consumo de energía. El grupo de Bell está también experimentando con dispositivos embebidos, sensores, relojes inteligentes e incluso dispositivos que se usan en los ojos. “En mi grupo, somos como niños en una tienda de dulces”, dijo Bell.

La compañía introdujo esta semana una serie de procesadores de muy bajo consumo de energía llamados Quark para dispositivos embebidos y los que pueden ponerse en la vestimenta incluso, basados en la investigación que hace Intel en sus laboratorios. Los ejecutivos de la compañía hablaron de cómo esta reducción en la cantidad de energía necesaria para los procesadores Quark podrán ayudar a entrar a mercados nuevos. Tales chips, que tienen un quinto del tamaño de los chips típicos y que además, usan solamente el 10% de lo que normalmente los microprocesadores usan, podrían ponerse en anteojos, en dispositivos médicos que podrían mandar información sobre los signos vitales del paciente a los doctores, por ejemplo.

Para Intel, muchos de los dispositivos del futuro serán capaces de entender el comportamiento de los seres humanos a través de la captura de datos por sensores embebidos en tecnologíasque podrían estar en la vestimenta o incluso en el cuerpo de los seres humanos. De acuerdo a Bell, los proyectos en Intel Labs buscan un elemento más humano a la movilidad. Y concluye Bell: “La movilidad no es solamente hablar de dispositivos, sino los lugares que visitamos y qué hacemos en ellos”.

Referencias:

ComputerWorld