Cuando tenía mi Palm Tungsten, hace años (parecen siglos), me hice de un programa que aparentemente ayudaba a entrenar al cerebro. Para ello, se utilizaban diversas técnicas, como memorizar números, palabras, hacer sumas y restas rápidamente, etcétera. La idea era buena pero mi “entrenador” virtual me exigía más de la cuenta y como me fastidiaba, empecé a odiarlo, hasta que dejé de usar ese software. Probablemente los programadores de esa aplicación no sabían que no se puede estar regañando al que juega, porque lo más probable es que deje de hacerlo si continúan con esta actitud.

Hoy en día, Nintendo tiene una gama de juegos educativos para ayudar a desarrollar las capacidades cerebrales. Esto tiene que ver, desde luego, con el manejo de símbolos, el desarrollar habilidades lógicas, etcétera. Esto se planteó originalmente para el sistema Nintendo DS, pero quiero suponer que en otras consolas de la empresa estos juegos también existen.

No obstante la virtud de este tipo de juegos, un investigador francés dice que Brain Age, un programa precisamente para el Nintendo DS, no sirve para mejorar la memoria y la perspicacia mental, por llamarlo de alguna manera. De acuerdo al periódico londinense Times, Alain Lieury, profesor de psicología cognitiva de la Universidad de Rennes, ha hallado que los juegos “educa-divertidos” no tiene mayor influencia en quienes los juegan. Su investigación se basa en pruebas a 67 niños de 10 años.

“Ésta es la edad en donde se tiene la mejor oportunidad de mejorar”, dice el Profesor Lieury. “Si no funciona en niños, no funcionará en adultos”, concluye. Los niños fueron divididos en cuatro grupos. Los primeros dos grupos hicieron un curso de siete semanas en el Nintendo DS. El tercero hizo acertijos usando papel y lápiz, y el cuarto grupo fue normalmente a la escuela.

Los investigadores hallaron que los grupos que usaron el sistema computarizado mostraron muy pocas mejoras en las pruebas de memoria. Ellos incrementaron su mejora en matemáticas en un 19%, pero casi esos mismos resultados obtuvieron los que fueron a la escuela (grupo normal) y aquellos que usaron papel y lápiz para resolver los acertijos. Todos ellos obtuvieron un incremento del 18%.

El resultado del profesor francés contradice un estudio similar conducido en Escocia. Se halló aquí que el uso de este tipo de juegos incrementaba las puntuaciones favorables en los exámenes de matemáticas y que les da un empuje a los estudiantes en su desempeño, de un 50% más. El juego Brain Age usa problemas matemáticos sencillos que deben resolverse en poco tiempo, juegos de palabras, ejercicios de conversión de unidades y juegos de memoria, para ayudar a combatir el problema de la edad en el aprendizaje.

El Dr. Ryuta Kawashima, el científico creador de este juego, ha rechazado recibir regalías por el mismo. Y limita a sus propios hijos a jugar una hora a la semana. ¿Eso significará quizás que el propio Dr. Kawashima no cree que su programa pueda ayudar a los chiquillos? Misterio.

En contraste, el Profesor Lieury recomienda, para mantenerse alerta: leer, ayudar a los niños con las tareas, jugar sudokus (que se incluyen en Brain Age 2), y ver documentales en lugar de programas de entretenimiento.

Referencias:

CSMonitor