La empresa de la manzana ha lanzado un ultimátum a los desarrolladores: hagan sus apps que sean iOS7 para febrero o saldrán de la tienda App Store. El anuncio no resulta muy agradable porque por siempre, las empresas de software eran quienes decidían finalmente la plataforma para la cual programaban. Pero ahora, en la era de los entornos cerrados, el fabricante puede decirte “que es lo mejor para los demás”.
Da la impresión que Apple quiere uniformizar las apps y así evitar la fragmentación, como si ésta fuese una especie de pecado capital. No se entiende cuál es el problema real si hay apps que no corren en iOS7 o bien, en la versión X de la plataforma que sea. Simplemente no corre y ya y el desarrollador puede estar perdiendo dinero por ello. Pero fuera de estos argumentos, a partir del primero de febrero del 2014, todas las apps que se envíen para su inclusión en la App Store deben estar optimizadas para iOS7 y compiladas con Xcode 5. Esto significa que las nuevas apps solamente podrán correr en dispositivos que tengan instalado iOS7.
Los usuarios de Apple son avisados de las actualizaciones, pero no están obligados a instalarlas. Actualmente Apple dice que el 76% de los dispositivos corren iOS7, con 20% corriendo iOS6 y solamente un 4% corriendo alguna versión anterior. Desde luego que iOS7 es el sistema que más cambios ha tenido en la interfaz con el usuario desde la introducción de iOS y las apps que usen el estilo viejo de la interfaz se verán diferentes del resto del sistema, que ahora tiene iconos planos. A algunos desarrolladores simplemente no les gusta la nueva interfaz y buscan mantenerse con la interfaz anterior, pero esto ya no va a ser posible. Una app tiene que verse como lo marca iOS7 o no podrá venderse.
Y para muchos la idea de moverse a iOS7 no es una propuesta razonable, la obligación que busca imponerse a los desarrolladores no suena muy atractiva. Le quitan libertad al programador y esto, evidentemente, sería inaceptable si lo propusiera por ejemplo Microsoft, indicando que ahora hay que escribir apps para Win 8.1 y olvidarse de la interfaz de Win 7. Por otra parte, se inhibe la creatividad del desarrollador si quiere éste poner nuevos elementos en la interfaz. De alguna forma Apple se ve mal eliminando la posibilidad de innovar. Pero bueno, cada quien hace lo que quiere con su plataforma.
Referencias: