Son tiempos extraños para los eventos tecnológicos o de gaming en los que se dan cita empresas y asistentes de todo el mundo, pues están siendo cancelados en razón de alertas sanitarias, o bien están perdiendo el interés de sus participantes usuales, como está ocurriendo con el E3.

Desde 2019, el E3 carga con la ausencia de Sony, una empresa que ha dejado claro que el evento ya no le interesa (tampoco estará en la edición 2020). Pero ahora la industria del videojuego ha recibido un bombazo en la forma de la inasistencia de Geoff Keighley, confirmada por él mismo a través de Twitter.

En una imagen con texto, Keighley dijo que, por más que quisiera apoyar a los desarrolladores que mostrarán su trabajo, para la edición 2020 del E3 decidió no participar, la primera vez que lo hace en 25 años, y aclaró que seguirá respaldando a la industria por medio de otras vías y en futuros eventos.

Asimismo, en un comunicado que envío a GamesIndustry.biz, Keighley aclaró que no se sentía cómodo con la idea de participar en el E3 2020, luego de enterarse del cambio de formato del que será objeto la expo. “Quería que los fans supieran esto, antes de que compraran sus boletos”, añadió.

Para muchos, Keighley es solo el productor ejecutivo y presentador de los Game Awards (algo que de entrada ya es de peso considerable), pero en realidad es una de las personalidades más influyentes de la industria.

Su paso por el mundo del videojuego incluye periodismo en distintos portales de renombre, la conducción de los shows GameTrailers TV y G4tv, la producción ejecutiva de los Spike Video Game Awards y, desde luego, la creación de los Game Awards, cuya última edición sirvió para la presentación del nuevo Xbox.

Además, Keighley es el responsable de E3 Coliseum, un evento que él mismo inició en 2017 con el propósito de que publishers y desarrolladores abrieran espacios de entrevistas y discusión en el marco del E3.

Es un hecho que Keighley tiene los contactos y que su influencia en la industria es indiscutible, producto de los más de 20 años que lleva dedicándose a ella, y por eso su ausencia del E3 se puede tomar como otra señal de que la expo está muriendo, tal como lo han anticipado algunos teoristas.

Los fans de inmediato se sumaron a la conversación, apuntando que sin Sony y Keighley, el E3 está muerto, e incluso algunos ironizaron con el hecho de que solo Microsoft estará presente (Nintendo tiene un Direct que bien podría ser considerado aparte).

¿Será este el inicio del fin del E3? Una realidad es que a los desarrolladores y publishers les conviene quedarse con Keighley (quien los seguirá apoyando a través de otras vías) y que la expo cada vez pierde más el interés del público gamer.