Al parecer estamos cerca de estar a la misma hora que el universo. Cuando hablamos de presición, usualmente nos referimos al reloj atómico, aquel que ha establecido el estándar cronométrico mundial desde hace 60 años.

Su capacidad para medir el tiempo, basada en la emisión de ondas electromagnéticas para regular el movimiento del ‘péndulo’ creado por las frecuencias atómicas, ha hecho de él un mecanismo tan preciso que no podría perder ni ganar un segundo en más de 100 millones de años.

Actualmente, investigadores de la Universidad de New South Wales y el Instituto de Tecnología de Georgia, se encuentran desarrollando un reloj capaz de reemplazar al actual sistema de medición de tiempo, se trata del reloj nuclear.

La diferencia entre nuclear y atómico parece un poco ambigua para la mayoría de nosotros, quizá este experimento cronométrico pueda ayudarnos a entender la diferencia, pues supuestamente, el nuevo reloj nuclear súper preciso, podría mantener  la hora sin perder o ganar ni una veintena de segundo durante toda la edad estimada del universo, osea, 14 mil millones de años.

Todo está en la oscilación del núcleo atómico orbitado por un neutrón para hacer funcionar el mecanismo de este increíble dispositivo; entre menos susceptible sea a las perturbaciones externas, más precisa será.

¿De qué nos sirve tener un reloj que jamás se desajustará, ni siquiera cuando nosotros dejemos de existir? Pues con él se podrían probar teorías astrofísicas y explicar la forma en la que trabaja la masa que conforma el universo con una precisión que no se había visto.