Yo creo que el software es parecido a los alimentos. Caduca en cierto tiempo. A diferencia de los alimentos, que se echan a perder si no se conservan adecuadamente, el software se vuelve obsoleto en la medida que hay avances en el hardware que implica que todos esos programas que tan bien usábamos en el pasado, o se modernizan o serán sustituidos por otros programas que hacen más cosas. Hay sin embargo, mucho software escrito que cae en la categoría de “abandonware”, es decir, software abandonado incluso por sus propios autores, y es una pena, porque mucho de lo que se hizo en el pasado podría ser rescatable, incluso para el aprender las técnicas que muchos programadores usaron en su momento.
Dsafortunadamente el modelo económico imperante no nos deja ver cómo se escribió el software “antiguo” porque quien revisara el código fuente de esos programas quizás podría hacer algo mejor usando “ideas con derechos de autor”. Es una pena por ejemplo, que no se tenga acceso a Kylix, la versión de Delphi para Linux, la cual está descontinuada y de la cual no se tiene el código fuente. Así, una herramienta interesante, en la cual se trabajó muy fuerte en su momento, simplemente no está disponible y nadie puede hacer nada.
Pero si hablamos de otro tipo de programas menos especializados, tenemos que la Mac cuando salió, tenía algo llamado HyperCard, el cual era un sistema de hipermedia parecido a lo que hoy vemos en las páginas web, donde hay enlaces a otras páginas, animaciones, botones y una forma simple de navegar por el mundo de la información. HyperCard podría considerarse una especie de base de datos que almacena información, es gráfico y flexible. Incluía un lenguaje llamado HyperTalk, que permitía manejar los datos y la interfaz del usuario.
HyperCard se lanzó en 1987 en el System Software 6 y se mantuvo como uno de los programas que venían con la Mac hasta que en el 2004 lo retiró Apple definitivamente. Hoy corre nativamente solo en Mac OS versiones 9 y anteriores, pero puede usarse en el modo Classic de Mac OS X. HyperCard está basado en el concepto de una”colección de tarjetas” virtuales. Estas contienen datos, como lo harían en un rolodex. El motor de presentación era parecido en concepto a un “formulario” (o ventana en donde aparece la información, los botones, las gráficas, los componentes de cada tarjeta), de los usados en la mayoría de los entornos de desarrollo rápido de aplicaciones (RAD), como Delphi o Visual Basic.
Hay que decir que HyperCard fue creado por Bill Atkinson, que empezó a trabajar en este sistema en marzo de 1985 bajo el nombre de WildCard. En 1986 Dan Winkler empezó a trabajar en HyperTalk y el nombre del programa fue cambiado a HyperCard. Se lanzó inicialmente en agosto de 1987, con el acuerdo de que Atkinson daría HyperCard a Apple sólo si prometían lanzarlo gratuitamente en todas las Macs. Apple planificó su lanzamiento para hacerlo coincidir con la MacWorld Conference & Expo en Boston (Massachusetts) y garantizar así la máxima publicidad. HyperCard fue un gran éxito casi instantáneamente. Muchas personas que creían que nunca serían capaces de programar una computadora empezaron a usar HyperCard para toda clase de tareas de automatización y prototipos.
La historia posterior de HyperCard fue de tumbos. Apple no parecía entender la razón de este sistema y no pretendía usar recursos para entregar en su sistema operativo este producto gratis. Creó una empresa, Claris, para promover este tipo de productos pero los usuarios se desencantaron con la idea de que ahora tendrían que pagar por algo que siempre había sido gratis. A pesar de las quejas y que Claris empezó a tener utilidades, HyperCard no se actualizó y hoy en día prácticamente está muerto, tal vez además porque HTML y la web ha tomado el control de los contenidos de hypertexto, que hay que se sinceros, HyperCard manejó desde mucho antes de que naciera la web.
Hoy en día hay algunos productos parecidos a lo que fue HyperCard: Revolution, para Mac; SuperCard, para PC, entre otros. En mi opinión, HyperCard fue en su momento una idea muy avanzada que hoy quizá vemos con nostalgia y la hemos abandonado porque tenemos sistemas como Javascript y HTML que en alguna medida pueden hacer mucho más que el HyperCard original, pero sin duda, sin el entorno que lo hizo muy famoso en su tiempo.
Referencias: