La policía del condado de Weld, en Colorado, Estados Unidos, mencionó en una rueda de prensa que el agente Travis Peck arrestó a Steven Sandoval utilizando la tecnología de Apple.

El sujeto era buscado por diversos delitos, por lo que una vez que el agente lo reconoció intentó arrestarlo. Sin embargo, cuando se acercó a la camioneta del sospechoso dejó su iPhone encima de la misma; Sandoval se resistió al arrestó y arrancó su vehículo a toda velocidad al grado que pasó encima de una valla de seguridad. 

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Esta situación tiró el teléfono dentro de la camioneta, por lo que después de perder al sospechoso y darse cuenta de que faltaba su teléfono, pidió a otro agente que le ayudará a localizarlo a través de la aplicación Find My.

Los otros agentes rastrearon a Sandoval durante aproximadamente una hora siguiendo el viaje del iPhone. Cuando el sospechoso se detuvo los agentes procedieron con el arresto. 

El problema de usar GPS para encontrar o seguir a criminales

En enero de 2012 la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que cualquier organización policiaca debía contar con una orden de un juez antes de colocar un dispositivo de rastreo GPS sobre cualquier sospechoso.

Esto sucedió después de que el FBI arrestó a Antoine Jones por tráfico de drogas. Sin embargo, los agentes colocaron un dispositivo de rastreo GPS en su automóvil para seguirlo durante 28 días, mismo que les permitió encontrar el lugar donde almacenaba 97 kilos de cocaína y 850,000 dólares en efectivo. 

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En el caso de Sandoval, el agente mencionó que no colocó su iPhone a propósito para rastrear al sospechoso, sino que fue casualidad que el teléfono cayera dentro de su camioneta cuando escapó del lugar.

“La prioridad era recuperar el teléfono celular, propiedad del departamento de policía. La cuestión de si fue un arresto legal dependerá de los tribunales para decidirlo, pero estamos más que seguros de que las acciones de nuestros policías estaban justificadas”, mencionó la Oficina del Sheriff del Condado de Weld a Gizmodo.