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Nos falta mucho en e-commerce, Galaxy S6 en México y cuidado con las ratas…

Comercio electrónico a la mexicana La semana pasada tuve que comprar una medicina. Recordé un anuncio de Farmacias del Ahorro donde mencionaban que tenían “compra...

Comercio electrónico a la mexicana

La semana pasada tuve que comprar una medicina. Recordé un anuncio de Farmacias del Ahorro donde mencionaban que tenían “compra en línea”. Así es que entré al sitio, bien hecho, a secas, nada del otro mundo, pero funcional y confiable. Después del tradicional proceso de registro pude hacer el pedido. Vi un logo de “PayPal” todo el tiempo pero nunca me ofreció la opción de pagar con ese método y simplemente terminé aceptando el “pago contra entrega”. Me llegó un correo diciendo que el pedido estaba en proceso. Dos horas después (dos horas) por fin tocaron a la puerta y me entregaron … la mitad del pedido. Solicité 2 cajas del producto en cuestión y el mensajero tenía el ticket donde decía “pago con cambio exacto” y ya. Le comenté que había pedido dos, pero obviamente no me resolvió nada. Después inicié el vía crucis telefónico: centro de atención a clientes, “no, aquí no es”, “ah, no, va a tener que llamar a otro número”, “ah, ¿fue por Internet? Ah, eso es de ventas en línea”, etc. A la cuarta llamada ya lo dejé por la paz. Mi única duda era tratar de resolver si el sistema es “semi automático” en el sentido de que alguien físicamente vuelve a teclear los productos en la tienda o de plano leyeron mal o simplemente es un colosal descontrol de calidad.

Platico todo esto porque las ventas en línea y el comercio electrónico en general son terrenos inexplorados para la mayoría de las empresas y aunque todos quieren ser como Amazon sin invertir, la realidad es muy distante. Espero que en los siguientes meses y años todas las firmas interesadas en nadar en las aguas del e-commerce lo hagan de forma profesional. Si no, la mala fama siempre acompañará a esta cómoda forma de comprar productos y servicios.

 

Nuevos modelos de Samsung en México

S6_MatukEl jueves fue el lanzamiento oficial en México del Galaxy 6 y su hermano el EDGE. El evento como todos, palabras de los directivos y demostración del producto (que conocí hace unos meses en el Mobile World Congress en Barcelona). El teléfono ha sido muy criticado porque se parece “mucho” al iPhone 6. Sí es cierto que se parece y es cierto que todos, comenzando por Samsung, han tomado ideas o de plano fusilado algunos conceptos y funciones de Apple. ¿Esto es bueno o malo? Hay todo tipo de comentarios, desde los fans de Apple que defienden los productos de la firma por sobre todas las cosas hasta los que realmente les da igual y no son tan delicados.

Afirma Samsung que tienen ya muchos pedidos (la gente que se registró para recibir noticias de cuando estuviera a la venta) y por lo menos hasta la feria IFA a fines de año, no habrá más lanzamientos espectaculares. En lo personal me llamó la atención la versión EDGE, pero habrá que usarlo unos días continuos para poder ofrecer más comentarios. Asuntos como la carga inalámbrica son interesantes y si algún día funciona el “Samsung Pay” pues también serán puntos a favor del gigante coreano. Por cierto, esta es la primera vez que hacen un gran lanzamiento sin la exclusiva de ningún operador celular. Por ley, no por gusto, ya no existen dichas exclusivas. Así es que puedes comprar el teléfono con quien quieras o bien en la tienda del fabricante y activarlo donde gustes.

 

Investigaciones privadas Matuk

Me avisaron en mi oficina que llegó un correo solicitando colocar unos banners dentro del sitio. El procedimiento estándar es que la empresa que quiere los banners se identifica plenamente y después de una negociación, se recibe una “orden de inserción”. A partir de ahí se reciben los “materiales” (es decir, los banners) se publican y una vez terminado el plazo o el número de impresiones, normalmente pasan unos 30 días para el pago. Esto en un mundo ideal, ya que nunca es así de sencillo como lo platico.

Pues bien, de este correo que llegó siguieron muchos más hasta que por fin el remitente aceptó enviar una “Orden de inserción”. Ya no sonaba bien desde el primer momento, pero continuamos con la “negociación”. Dentro del documento venía un domicilio en Ontario, Canadá, así es que se me ocurrió verlo en Google Maps para ver si encontraba algo. Y sí, encontré un edificio como de oficinas y al seguir dándole con el ratón, alguien sacó fotos del interior y las colocó en la plataforma. El asunto es que le enviamos un correo a ese alguien para que nos dijera si en ese edificio se encontraba la empresa “X”. ¡Oh sorpresa! Nos contestó amablemente diciendo que no, que para nada y además, que el nombre de la empresa (algo así como el tipo de sociedad) no se usa en Canadá… es como si aquí recibieras un pedido de “Coca Cola, Inc”, el “Inc” no aplica en México.

Obviamente al solicitar un par de referencias comerciales de dicha empresa ya nunca más contestaron, asunto que nos llevó a pensar que se trata de algún tipo de estafa bien orquestada. Aquí el punto es que sin la ayuda de los mapas y la buena disposición del usuario que subió las fotos, pues quién sabe que hubiera sucedido. Mucho ojo con todo lo que llega por correo electrónico.

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