Desde hace varios años mucho se ha especulado acerca de una posible televisión desarrollada por Apple, sin embargo, a la fecha este producto parece más lejano que nunca, aunque eso no significa que la compañía de Cupertino no tenga en mente, y probablemente para este mismo año, algo relacionado con la televisión.

El periódico estadounidense The Wall Street Journal reporta que Apple estaría próximo a lanzar un servicio enfocado, más que en el hardware, en el contenido de las televisiones a través de una conexión a Internet.

Y es que la compañía encabezada por Tim Cook podría presentar en junio o julio un servicio con hasta 25 canales de televisión, a través de streaming, que estaría disponible únicamente desde dispositivos Apple y que empezaría a funcionar en el otoño de este mismo año. Entre las cadenas televisivas que ya estarían de acuerdo en ofrecer sus contenidos se encuentran algunos gigantes como ABC, CBS, ESPN FX y FOX.

El servicio, según reporta el portal del diario norteamericano, tendría un costo de entre 30 y 40 dólares al mes, cantidad menor a los más de 50 dólares que en promedio se pagan por este tipo de servicios mediante la televisión por cable.

La idea de un servicio de contenidos de televisión por parte de Apple no suena nada descabellada si se toma en cuenta que en su evento de la semana pasada Tim Cook anunció HBO Now, un servicio para ver los contenidos de esa cadena de manera exclusiva desde dispositivos Apple. Además, para hacer más accesibles estas plataformas, Apple redujo el precio del Apple TV a 69 dólares, algo que también podría estar enfocado en la línea del futuro servicio de streaming.

Desde la creación de la App Store, Apple ha demostrado cómo la gran parte de las ganancias de los dispositivos móviles o computadores se encuentra en los contenidos, por lo que no resulta nada descabellado pensar que los de Cupertino tengan la mira en el contenido multimedia que se traduce en películas, series o programas tipo revista enfocados en los distintos públicos existentes en el mercado.

 

Referencia: The Wall Street Journal