El año pasado, muchos fragmentos de una roca inusual fueron descubiertos en Marruecos.  Se dijo entonces que se trataba del primer meteorito que venía del planeta Mercurio (el más cercano al Sol), pero ahora se duda siquiera si su origen es del sistema solar.

Una roca verdosa, se halló en Marruecos. Los científicos la han analizado cuidadosamente y quizás es falsa la primera aseveración: que venía del planeta Mercurio. Hay suficiente evidencia (y se sigue acumulando más), que indica que la roca podría tener 4.56 mil millones de años desde que cayó a la Tierra y que probablemente viene del cinturón de asteroides localizado entre Marte y Júpiter.

Si esto es cierto, la roca de todas maneras es “extremadamente interesante”, dijo Tim McCoy, quien es curador del Museo Smithsoniano de Historia Natural, cuya colección es de unos 35,000 meteoritos. “La roca nos dice algo acerca del nacimiento del sistema solar, pero no del nacimiento del planeta Mercurio”, indicó McCoy.

El meteorito color verde olivo, que tiene manchas blancas y cafés, llamó por primera vez la atención de los científicos el año pasado, cuando el coleccionista alemán Stefan Ralew, vio algo inusual en Marruecos y lo mandó a analizar con Tony Irving, un geoquímico y especialista en meteoritos afiliado a la Universidad de Washington, en Seattle. Irving de manera rutinaria recibe estos paquetes de muchas partes del mundo.

“De la experiencia, supe que esta roca no era de la Tierra”, dice Irving. “No era de Marte, y si fue un meteorito, es altamente inusual”. Al analizar la roca, se halló que tenía poco hierro y la mayoría de los meteoritos tienen mucha más concetración de este mineral. Irving pensó en Mercurio, considerando que la NASA había descubierto la falta de hierro en Mercurio.

Irving pensó que estaba ante un ejemplo de una piedra llegada de alguna manera a la Tierra desde Mercurio. Era emocionante esa posibilidad. Se había especulado por mucho tiempo que algunas rocas de Mercurio podrían haber llegado desde ese planeta en un viaje de unos 92 millones de kilómetros, pero nadie había encontrado ninguna piedra así a la fecha. Ésta podría ser la primera. Pero Irving necesitaba más evidencia, por lo que empacó algunas muestras y las mandó a sus colegas para más análisis.

Uno de los hallazgos más emocionantes vino de un colega que midió el campo magnético de la roca y halló que era muy pequeño, mucho más que cualquier otra cosa vista en el sistema solar. “Y es muy parecido al campo magnético de Mercurio hoy día”, añade Irving. “Poniendo todo junto podría pensarse que era una buena posibilidad la idea de que fuese la piedra de Mercurio”, dice.

Irving presentó en marzo su teoría en la Conferencia de Ciencia Planetaria y Lunar, en Texas. Pero los científicos que asistieron fueron más escépticos. En la audiencia estaba Shoshana Weider, del Instituto Carnegie de Washington, quien trabaja en la misión del Messenger que está orbitando en Mercurio precisamente, mandando información sobre este extraño planeta. Su primer pensamiento, cuando escuchó la teoría de Irving fue: “sería sensacional que fuese cierto, pero no estoy convencida”, dijo.

Por ejemplo, dice que la roca no tiene sulfuros, mientras que la superficie de Mercurio está cubierta de ellos. Otro problema con la roca, apuntado por McCoy, es la edad de la misma. “Este meteorito es muy antiguo, unos 4.56 mil millones de años, por lo que esencialmente se formó al mismo tiempo que el nacimiento del planeta, cuando Mercurio era grande y caliente y que aún no se hubiese enfriado lo suficiente para tener una roca sólida con esa cantidad de años”, indica.

McCoy tiene de hecho, sus propias ideas de los orígenes del meteorito. Él tiene otra roca metálica en su colección que, bajo el microscopio, contiene algunos cristales que tienen los mismos colores que el especimen de Marruecos. El cristal es similar a la roca de su colección, que viene del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, por lo que bien podría ser la roca de Marruecos de ese mismo origen.

Curiosamente, no falta la manera de hacer negocios. El coleccionista alemán piensa hacer pequeños pedazos de la roca y venderlos.

Referencias:

NPR