Las lunas de Urano pueden albergar grandes océanos debajo de su superficie

En nuestro Sistema Solar no solo hay planetas girando alrededor del sol. Además, están los llamados planetas enanos —donde está el degradado Plutón, muy lejos del Sol, o Ceres, el cuerpo más grande que orbita en el cinturón de asteroides y que ya es considerado un planeta enano— y además, muchos de los planetas cuentan con sus propios satélites naturales.

En cada uno de estos objetos astronómicos bien podría haber vida o las condiciones propicias para que haya, como en el caso de Urano. 

Urano es el séptimo planeta del sistema solar y el tercero de mayor tamaño; su atmósfera está compuesta principalmente por hidrógeno y helio y muchos astrónomos lo catalogan como un gigante helado —en lugar de ser un gigante gaseoso, como Júpiter o Saturno— ya que tiene la atmósfera planetaria más fría del sistema solar. Este lejano planeta tiene 27 lunas en total, aunque solo cinco de esos satélites naturales tienen un tamaño respetable: Miranda, Ariel, Umbriel, Titania y Oberón.

Muchas de las lunas de los gigantes gaseosos cuentan con océanos debajo de sus superficies congeladas (algunos se han confirmado y de otros hay fuertes sospechas). Por ejemplo, la luna de Júpiter, Europa, y la de Saturno, Encélado, son quizá los dos ejemplos más famosos con dicha composición y de los que más investigaciones se han hecho.

Por ello, no sería difícil pensar que en alguna de las lunas de Urano y Neptuno podría haber un mundo similar, con océanos debajo de su superficie congelada. Un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) desarrolló un método para confirmar la existencia de océanos bajo la superficie de las lunas de Urano, con lo que ampliará notablemente nuestro conocimiento de posibles mundos habitables en este sistema solar.

“La gran pregunta aquí es si existen ambientes habitables dentro del sistema solar”, dijo Benjamin Weiss, científico planetario del Massachusetts Institute of Technology, quien presentó un estudio hace unos días ante la organización científica enfocada en temas geociencia sin fines de lucro, AGU 

“[Los descubrimientos de océanos en Europa y Encélado] nos hace pensar a muchos si hay más lunas por allá, aunque sean pequeñas, que quizá sigan cálidas”, explicó Weiss.

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En el estudio, que aún no se hace público, los científicos se enfocan en calcular qué tan fuerte es el campo magnético que induce Urano en los hipotéticos océanos de sus lunas.

En una luna orbitando un planeta, el campo magnético planetario jala al satélite manteniéndolo en su órbita. Esto genera una corriente eléctrica que puede crear su propio campo magnético, lo que se conoce como campo magnético inducido, el cual se cree es creado por una capa de algún tipo de fluido conductor de electricidad, como un océano bajo la superficie.

«Si hay agua líquida allí [en las lunas de Urano] y es un poco salada como el agua del océano en la Tierra, entonces puede conducir [electricidad], lo que significa que las corrientes pueden fluir en ella», explicó Weiss.

Así, con modelos teóricos del campo magnético de Urano, el equipo de investigación calculó la fuerza de los campos inducidos de Miranda, Ariel, Umbriel, Titania y Oberon. Según el estudio, el mayor campo magnético inducido fue el de Miranda. En conclusión, según los cálculos de los investigadores, puede haber océanos bajo la superficie de Miranda, Ariel, Umbriel y Titania, aunque de Oberon no hay suficiente información para determinar nada por el momento.