La «Paradoja de Fermi», entre varias teorías, vislumbro que en el Universo era posible que existieran varias civilizaciones además de la humana. La idea por supuesto que ha gustado a muchos, no por nada la ciencia ficción ha tenido lucrativas rachas con el tema alienígena.

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Pero también ha captado la atención de la ciencia y la astronomía, que invierte fuertes cantidades de dinero en obtener la respuesta a una pregunta que se remonta a los orígenes del hombre: ¿estamos solos en el Universo? Pues ahora tres científicos de la destacada universidad de Oxford en Reino Unido retomaron la cuestión y decidieron aplicar las matemáticas para conocer probabilidad reales de que existan los extraterrestres, y la respuesta es: prácticamente ninguna.

A esta conclusión llegaron los académicos Anders Sandberg, investigador del Instituto sobre el Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford; el ingeniero Eric Drexler, quien popularizó el concepto de nanotecnología; y Tod Ord, profesor de filosofía en el mismo centro académico, quiene realizaron el estudio «Disolver la paradoja de Fermi» publicado en https://arxiv.org, en el que analizaron la Ecuación de Drake (creada por el astrónomo Frank Drake los 60) y que es parte de la base matemática de la Paradoja de Fermi.

¿Por qué los extraterrestres no han llegado a nuestro planeta?

La ecuación fue concebida para estimar el número de civilizaciones detectables en la Vía Láctea y multiplica siete variables. Tras realizar sus cálculos con distribuciones más realistas de incertidumbre dedujeron que existe de 39% a 85% de probabilidades de que no exista vida fuera del planeta tierra.

La buena noticia

A pesar de sus desalentadores estudios, Sandberg, Drexler, Ord fueron muy claros en que los científicos no deben desistir en la búsqueda de inteligencia extraterretre (SETI por sus siglas en inglés): «No estamos diciendo que SETI sea inútil. Todo lo contrario», aclaró Sandberg, agregando que si a pesar de su baja probabilidad, sí se detecta en un futuro vida inteligente, «no deberíamos sorprendernos demasiado».