Estamos acostumbrados a ver las imágenes de Júpiter en tonos de beige y marrón, con patrones horizontales y la inconfundible Gran Mancha Roja. Pero, ¿qué pasaría si se le toman fotos al planeta más grande del sistema solar con un lente infrarrojo y otro ultravioleta?

El telescopio Gemini North, en Hawái, y el telescopio espacial Hubble —de las agencias espaciales de Estados Unidos y Europa, NASA y ESA— hicieron un trabajo en conjunto para ver al Gigante Gaseoso al mismo tiempo en distintas longitudes de onda de luz para apreciar características distintas. El Gemini North tomó una imagen infrarroja mientras que el Hubble tomó la imagen con la luz visible y la imagen de luz ultravioleta.

Las tres imágenes comparadas nos muestran la furia del Júpiter lleno de tormentas que muchas veces, en las imágenes normales, pareciera un planeta apacible.

Hay que recordar que el Gigante Gaseoso es un planeta mucho más grande que la Tierra. Según datos de la NASA, la órbita de Júpiter está cinco veces más lejos del Sol que la Tierra; por el tamaño de su órbita, un año en el planeta más grande del Sistema Solar dura 12 años terrestres, aunque un día dura unas 10 horas terrestres.

Con las tres imágenes juntas se pueden comparar las diferencias notorias en las diferentes longitudes de onda. Por ejemplo, la Gran Mancha Roja —que a pesar de parecer chica, su diámetro es mayor al de la Tierra— es una cualidad destacada en las imágenes con una onda de luz normal y ultravioleta, pero se vuelve un punto oscuro en la imagen infrarroja.

Asimismo, ese punto oscuro que es la Gran Mancha Roja en la imagen infrarroja es más grande que el óvalo que se forma en la imagen de luz visible. La discrepancia se debe a que quedan expuestas diferentes estructuras con las diferentes longitudes de onda.

La imagen infrarroja muestra zonas cubiertas con nubes gruesas, mientras que las otras imágenes (normal y ultravioleta) muestran la ubicación de las partículas que le dan a la Gran Mancha Roja su tono distintivo al absorber la luz azul y ultravioleta. Las bandas de nubes que giran en sentido contrario del planeta, en cambio, son claramente visibles en las tres imágenes.

Las imágenes, dadas a conocer esta semana por el Centro de Investigación Astronómica NoirLab de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, fueron tomadas por los telescopios el 11 de enero de 2017.

«Estas tres fotografías resaltan la ventaja clave de la astronomía de múltiples longitudes de onda: ver planetas y otros objetos astronómicos en diferentes longitudes de onda de luz permite a los científicos obtener información que de otra manera no estaría disponible», explicó NoirLab en su comunicado.