Con nuevo Watch Dogs en puerta y con un 2020 en el que quedó aún más evidente la manera en que dependemos de la tecnología, se vuelve necesario tratar los temas que esta saga de Ubisoft aborda desde que la primera entrega llegó en 2014.

En ese sentido, tuvimos oportunidad de hablar con el director creativo de Watch Dogs: Legion, Clint Hocking, quien comenzó su historia con Ubisoft hace casi 20 años, pues coescribió y fue uno de los diseñadores líderes del primer Splinter Cell, icónico título stealth lanzado en 2002.

Iniciamos nuestra plática con Hocking remitiéndonos a este antecedente, pues Watch Dogs: Legion cuenta con un fuerte componente stealth y queríamos que nos dijera de viva voz qué aspectos se conservan y cuáles han sido desechados en la manera en que se desarrollan los juegos de esta vertiente.

Hocking dijo que la evolución de los juegos stealth se puede ver en el modo en que muchos juegos incorporan mecánicas del género, como cuando el jugador se acerca al enemigo sin ser detectado cuando avanza estando agachado.

‘Nos movimos de un stealth análogo basado en luz y sombras para hacerlo más digerible para la mayoría de los jugadores’, dice antes de referir que Watch Dogs: Legion no es un título stealth, pues el modelo de sigilo justamente es accesible.

Uno de los aspectos que más nos llamó la atención cuando participamos en la beta del juego, es la manera en que su argumento gira en torno a rebelarse contra el régimen, y por ello teníamos que preguntarle a Hocking si Watch Dogs: Legion tiene agenda política o cuando menos retrata situaciones que a él o al equipo le preocupan.

Al respecto, dijo que el primer Watch Dogs tuvo guiños a temas como la privacidad y la tecnología de la información usadas para manipular y controlar a la gente, y el modo en que se afectan las democracias y las libertades, mientras las grandes compañías tecnológicas abusan y toman ventaja.

Hocking dice que el mundo ha cambiado mucho con respecto a cómo se encontraba durante el desarrollo y lanzamiento del primer Watch Dogs, y por ello este nuevo título invita a la reflexión en torno a las consecuencias a largo plazo de esos mismos temas, como comprometer democracias o abusar de ciertas tecnologías para apoyar el autoritarismo.

Son temas reales y relevantes en el mundo de ahora y en ese sentido Watch Dogs: Legion tiene un mensaje de esperanza, de que podemos resistir este tipo de problemas que se presentan.

‘Watch Dogs: Legion es sobre poder ver a la persona a tu lado en el camión o en el supermercado y reconocer que esa persona tiene vida, amigos, familia, trabajo, actividades, lugares que le gustan y creencias, y darse cuenta de que lo que necesitamos para pelear contra estas crisis emergentes es reconocer la autonomía y la individualidad de la gente a nuestro alrededor, mientras se busca la manera de ayudarnos mutuamente y de hacer a un lado nuestras diferencias.

Es reconocer que luchar juntos es la vía para llegar a un mejor futuro. Es encontrar el valor para oponerse y pelear contra el autoritarismo, una idea que hoy en día vemos en el mundo, así que en definitiva Watch Dogs: Legion tiene un mensaje’, dice entusiasmadamente Hocking.

Acerca de si el juego ve a la tecnología como nuestra aliada o como aquella que nos está llevando a la distopía, el creativo dice que más bien observa el espacio que hay en medio, pues las tecnologías benefactoras están aquí, pero solo nos benefician a unos cuantos, lo que explica el énfasis en que pueden ser tomadas y usadas para llegar a un plano de igualdad integral.

Watch Dogs: Legion llega el 29 de octubre a PlayStation 4, Xbox One, PC y Stadia; el 10 de noviembre a Xbox Series X/S; y el 12 de noviembre a PlayStation 5.