La conducción autónoma de los vehículos Tesla se colocó en medio de la polémica luego de que dos personas perdieran la vida a bordo de un Model S que presuntamente tenía activado el piloto automático.

El medio KHOU fue el que reportó que los investigadores tenían completa certeza de que al momento del impacto no había nadie en el asiento del conductor, lo que hizo que la discusión escalara hasta Elon Musk, CEO de Tesla, quien dijo que los vehículos de la armadora corren protocolos de seguridad una vez que se activa el piloto automático, como medir el peso para asegurarse de que alguien esté manejando y detectar cada determinado período que las manos se coloquen al volante.

Musk también subrayó que el piloto automático requiere detectar líneas de carriles y que el lugar del incidente carece de ellas. Ahora, para sumar a la idea de que en el siniestro no estuvo envuelta una falla de la conducción autónoma, Lars Moravy, vicepresidente de ingeniería vehicular de Tesla, dijo que la compañía estuvo en posibilidades de determinar que el volante estaba deformado, lo que la lleva a concluir que había alguien en el asiento del conductor.

También dijo que los cinturones de seguridad no estaban abrochados y que el piloto automático requiere detectar que lo estén para operar.

El accidente está siendo investigado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, y Moravy subrayó que Tesla está en espera de que las autoridades de Texas entreguen la tarjeta SD del vehículo, pues la data e información de campo pueden aplicarse en mejoras de productos.

Es importante señalar que, de acuerdo con Musk, el vehículo no contaba con instalaciones Full Self-Driving (FSD), un requisito para que el piloto automático pueda activarse en caminos locales.

La postura de Tesla es contraria a la que sostienen las autoridades y, de acuerdo con The Verge, hasta el momento no hay pronunciamiento posterior de la Administración Nacional ni de la Junta Nacional en torno a este tema.

Si los peritajes arrojan elementos para determinar que sí había una persona al volante y que no había conducción autónoma de por medio, entonces el debate sobre el piloto automático dejaría de tener sentido y el siniestro se analizaría únicamente a la luz de incidente de tránsito.