Pocos son los juegos que pueden presumir no solo haber sido celebrados de manera unánime por crítica y público, sino también haber sido auténticos íconos culturales, obras que son imposibles de desligar de un momento determinado de la historia.

Los dos primeros Tony Hawk’s Pro Skater caen en esa categoría.

Desarrollados por la extinta Neversoft y publicados en 1999 y 2000 por Activision, fueron títulos que llevaron el skateboarding a audiencias que quizá ubicaban de manera muy general ese deporte, pero que en realidad ignoraban todo lo que había alrededor de él.

Ambos títulos fueron el inicio de una franquicia que desafortunadamente fue objeto de sobreexplotación, de forma que para la década de los 2010’s ya se encontraba en una situación lastimosa en la que incluso los derechos quedaron en el limbo.

Pero para estar en sintonía con los 21 años de Tony Hawk’s Pro Skater 1 y los 20 de Tony Hawk’s Pro Skater 2, Activision resolvió cualquier situación de licencias y designó a Vicarious Visions para trabajar en remasters -o remakes, a nuestro parecer- de esos dos primeros títulos reunidos en una sola colección que nos pegó directo y sin escalas en lo más profundo de la nostalgia: Tony Hawk’s Pro Skater 1+2.

La manera más sencilla de describir esta colección sería diciendo que se trata de remakes -porque sí, para nosotros cumplen el criterio de remake- que con gráficos actuales y mecánicas ampliadas y ajustadas a las exigencias de esta era, traen de vuelta las viejas glorias de la saga Tony Hawk.

Pero una manera elaborada de decir de qué va esta colección iniciaría diciendo que estamos ante un título que tiene la capacidad de encantar a fans de antaño y a audiencias jóvenes ajenas por completo a la saga, gracias a la variedad de modos y contenido que presume.

Para que nadie se quede fuera de la experiencia, Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 cuenta con un sencillo tutorial en el que el mismo señor Hawk explica las mecánicas de juego.

Éstas deben pensarse bajo una lógica de puntos en donde los trucos abonan, y estos se marcan y conectan entre sí como si se tratara de poderes y combos en un juego de peleas.

Por ejemplo, marcar un kickflip es un truco, de la misma manera en que golpe débil es un ataque en un juego de peleas.

Pero si ese kickflip se marca para llegar a un tubo y rielear, y luego esto se continúa con un manual para seguir avanzando sin perder la suma puntos, y después todavía se llega a un medio tubo para brincar y hacer un melon, entonces tenemos un combo.

Y tal como sucede en los juegos de peleas, en Tony Hawk hay trucos especiales que para sacarlos es necesario llenar una barra y luego marcar secuencias más complejas en el control. Y si estos especiales se marcan en sucesión en aire, paredes, tubos, suelo y todo lo que haya a nuestra disposición, y todavía se les añaden factores multiplicadores, entonces tenemos por resultado una locura arcade en la que los reflejos son los que mandan.

Afortunadamente, la colección permite que los usuarios personalicen los especiales de cada skater, desde cuáles pueden hacer hasta la secuencia que hay que marcar en el control para ejecutarlos, por lo que la curva de aprendizaje no resulta tan amplia, ya que cada jugador podrá ajustar los especiales a la manera en que más se le facilite aprenderlos.

Acerca de los skaters, la colección cuenta con todos aquellos que aparecieron en los dos primeros títulos, así como con algunos de los talentos que son referentes actuales de la patineta.

Ahí están los clásicos como Hawk, Chad Muska, Rodney Mullen, Steve Caballero, Kareem Campbell, Eric Koston y Elissa Steamer, y también está la sangre nueva como Aori Nishimura, Leo Baker, Leticia Bufoni y Riley Hawk, el hijo de Tony.

Cada uno tiene especiales insignia, sin que ello contravenga la posibilidad del usuario de personalizarlos como le plazca y de incluir los de otros skaters.

Pero si de personalización hablamos, en Tony Hawk´s Pro Skater 1+2 es posible crear hasta cuatro personajes a los que se les designa desde nombre y ciudad de origen, hasta apariencia, vestimenta y accesorios.

La creación de personajes fue introducida en la segunda entrega de la saga y desde entonces para nosotros ha fungido como unas de las características más especiales, pues desde luego es estupenda la sensación de controlar a leyendas del skateboarding, pero también lo es la de hacer que un avatar hecho a nuestro antojo se abra camino en este deporte.

El modo principal se llama Skate Tours y en él están contenidos los dos juegos por separado para efectos del modo carrera, así como la opción de patinar libremente o por ranking.

Como es de esperarse, la colección tiene todos los escenarios de los dos primeros juegos de la franquicia -incluidos los secretos- y, al igual que hace 21 y 20 años, el objetivo en cada uno es cumplir en sesiones de dos minutos una serie de retos que incluyen llegar a tres niveles de puntaje, recolectar distintos coleccionables -como las letras de la palabra SKATE-, hacer trucos bajo parámetros concretos y encontrar la cinta escondida.

Completar los retos se recompensa con dinero virtual para comprar accesorios, vestimenta y demás personalizables, con puntos de stats que se destinan a la mejora de las habilidades de los skaters y con el desbloqueo de más escenarios.

Además de los escenarios tradicionales, cada juego cuenta con sus respectivos mapas de torneo y acabar estos en oro se traduce en la muestra fehaciente de quién es quién en Tony Hawk.

Al igual que hace dos décadas, quienes pretendan acabar la colección al 100% deberán pasar el modo carrera con cada uno de los skaters en los dos juegos, algo que se antoja interminable pero que en realidad no implicará mayor problema una vez que se tengan identificados los retos de cada escenario.

Por lo que hace a la opción de patinar libremente o por ranking, solo es necesario mencionar que se trata del catálogo entero de escenarios abierto sin ningún tipo de restricción para que se haga lo propio: patinar libremente sin límite de tiempo o embarcarse en sesiones para quedar rankeado por speed runs o por acumulación de puntos.

Al final de las sesiones por ranking, saldrá la posición a nivel mundial.

También es importante mencionar que Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 cuenta con multiplayer local y online, así como con un modo de creación de parques, en el que aquellas personas que tengan el ingenio y la paciencia necesarios seguramente entregarán escenarios estupendos que además podrán compartir en línea.

Pasando a los aspectos técnicos, la colección fue construida en Unreal Engine 4, lo que, además de resultar en un buen nivel gráfico, implica un sistema de física que actualiza las propuestas de los juegos originales, todo a 60 cuadros por segundo.

Los nuevos visuales son el aspecto más identificable y resultaría ocioso detenerse en ellos, pues basta con resumirlo en que, tal como lo hizo con Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, Vicarious Visions trae de vuelta bajo los estándares gráficos de ahora juegos que marcaron a multitudes hace décadas.

Lo único en lo que ahondaremos al respecto es que el nuevo despliegue gráfico permite entender la idea original de Neversoft tras el diseño de los escenarios, pues por las limitaciones de antes -reflejadas, por ejemplo, en texturas bajas y neblina- la distribución y amplitud de estos no era del todo comprensible.

Hablando del apartado sonoro, es bien sabido que los soundtracks de los primeros Tony Hawk fueron tan icónicos como su gameplay, y la fanaticada de antaño se alegrará al constatar que aquí están reunidas la mayoría de las canciones que los integraron.

Ahí están ‘Superman’ de Goldfinger, ‘Police Truck’ de los Dead Kennedys, ‘Guerrilla Radio’ de Rage Against the Machine, ‘When Worlds Collide’ de Powerman 5000 y muchas tantas más que se convirtieron en himnos de toda una generación de videojugadores. Y a ellas se suman canciones contemporáneas que hacen que el soundtrack de la colección interese a un público de todas las edades.

Además, la playlist puede personalizarse para dejar dentro solo aquellos tracks que sean de interés, los cuales a su vez pueden cambiarse durante la sesión de juego con solo presionar el stick derecho, es decir, sin necesidad de pausar y entrar a algún menú de reproducción.

Hasta aquí todo parece de ensueño retro, pero Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 presenta detalles que no precisamente nos convencieron, todos ellos producto de un ejercicio comparativo, es decir, es muy probable que pasen desapercibidos para quienes desconozcan los primeros juegos.

Por ejemplo, ahora no es posible quitar el avanzado automático, algo que nos representó un verdadero problema, pues en los títulos originales nosotros avanzábamos a voluntad presionando un botón para tener control total sobre las acciones del skater.

También nos desconcertó que hayan retirado la sangre, que aunque antes no era otra cosa más que un simple detalle estético, sentimos que sumaba al sentido de impacto.

Y por último, ahora es más difícil agarrar los coleccionables, prácticamente hay que hacer contacto total con ellos, mientras que en los títulos originales bastaba con pasar cerca de su resplandor para recolectarlos. Pero insistimos, son observaciones que resultan de un afán comparativo.

Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 es un bello y modernizado viaje al pasado, un recordatorio de dos juegos que a punta de skaters reales, punk y hip hop, y gameplay arcade hicieron que multitudes se enamoraran de la patineta, aún si nunca aprendieron a andar en ella.

Es, bajo la lupa de los gráficos actuales, una regresión a una época en la que shows como Jackass eran punto de aspiración adolescente.

Y es una actualización de un cúmulo de expresiones de transición de milenio que quedaron inmortalizadas gracias a Neversoft, Activision y a una bola de skaters cuyas edades andan ahora entre los 40 y los 50 años.

Calificación: 9.0/10
Tony Hawk’s Pro Skater 1+2
Año: 2020
Desarrollador: Vicarious Visions
Publisher: Activision
Versión revisada: Xbox One
También disponible: PlayStation 4 y PC