El partido encargado de hacer más circo que propuestas coherentes se ha sacado de la manga castigar de manera exorbitante a las tiendas de videojuegos que vendan títulos para adultos a menores de edad.

Para no hostigar con leyes y demás especificaciones técnicas, básicamente la gente del Partido Verde, en especifico el diputado Antonio Cuellar Steffan, busca volver responsables a las tiendas de videojuegos del consumo de videojuegos de adultos a menores de edad a través de una iniciativa para modificar la «Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescente»; algo por más ridículo, sugiriendo un castigo equivalente a 2 millones de pesos mexicanos a la persona física o moral que sea sorprendida vendiendo un juego para adultos a un menor de edad.

Esto obviamente además de absurdo es como tratar de parar la lluvia con las manos. Para empezar ¿quien va a vigilar la venta de todos los videojuegos de todos los locales de todo el país?. Segundo; claro que existen casos de niños jugando juegos con clasificación para adultos y es sencillamente porque los mismos adultos les proveen estos títulos y no estamos hablando de un clásico maleante ubicado en un callejón (ya saben, esos estereotipos de la televisión), son los mismos padres, tíos y hermanos mayores que dan acceso a este contenido a menores de edad ignorando las restricciones de edad ubicada en la parte frontal de la portada del juego.

Ahora, la persona que compra el juego, aunque sea para el niño, es un papá o mamá que no le interesa o no sabe lo que esáa haciendo y que simplemente llega a una tienda de videojuegos deja elegir al niño el título que quiera y se limita a pagarlo, el responsable de la tienda se lo vende porque la compra la está realizando un adulto lo cual sería técnicamente legal, ¿entonces como van a castigar esto?.

Es más, a mí, Javier, me ha tocado ver en repetidas ocasiones cómo el mismo chavo que atiende este tipo de locales de videojuegos se percata que el juego que ha elegido el niño de 8 o 9 años es un juego muy violento o tiene una clasificación para adultos y le advierte al familiar que lo acompaña, y que le va a comprar el juego, y como le responden (y algunos hasta de manera prepotente) «sé, está bien» o «sí, no importa, yo ya sé de qué se trata el juego».

Lamentablemente el Partido Verde en su afán de brindar pan y circo a la gente hace propuestas como ésta, dejando de lado el verdadero problema sobre la educación familiar y la importancia de los contenidos que ven los niños y que los adultos permitimos que vean, de ahí los famosos y ya clásicos casos de los niños que los cachan viendo porno en internet o agregando a extraños a sus redes sociales o hasta viendo videos de ejecuciones de grupos extremistas, ¡ah! porque les comento que los videojuegos violentos son el menor de los problemas, mejor hay que poner mucha atención de todo lo que pueden encontrar en Internet.

Sería más responsable y hasta políticamente correcto que el Partido Verde y cualquier otro partido presentara una campaña en las escuelas e institutos que estuvieran enfocadas a los padres de familia, sobre la importancia que tienen todos los medios de comunicación y entretenimiento a los que tienen acceso los niños y no solo preocuparse por darles gadgets y servicios a manos llenas y que dejen de fastidiar. Suficiente con esta absurda caza de brujas cuando los culpables son los mismos padres irresponsables que permiten que el niño pueda empaparse de toda la violencia que existe en TODOS los medios de entretenimiento y comunicación.

Fuente: El Universal