Uno de los últimos grandes eventos del mundo del entretenimiento de 2018 fue la llegada de la película interactiva Black Mirror: Bandersnatch, en la que los usuarios eligen el desenvolvimiento de la trama a partir de la toma de decisiones en momentos clave.

Fue un boom mediático e Internet se llenó de contenidos y teorías en torno a la película de Netflix, pero el público gamer se percató de que en realidad solo se trató de una obra que llevó al live-action una dinámica que los videojuegos han explorado desde hace años.

Ello desde luego no demerita la aportación de Bandersnatch al mercado de consumo digital, pero las observaciones hacia su supuesta innovación nunca se hicieron esperar, y a estas ahora se suma la de Amy Hennig, directora y guionista de las tres primeras aventuras de Uncharted y del título de culto Legacy of Kain: Soul Reaver y su secuela.

Durante una conversación con Tim Schafer en el marco de le edición 2019 de DICE Summit, Hennig habló sobre el futuro de la narrativa de los videojuegos y sobre el prometedor futuro de los títulos que se avoquen al desarrollo de una buena historia.

Hennig dijo que juegos como Florence, Until Dawn y Detroit: Become Human han robado su atención por la manera en que pueden ser disfrutados por gente que no necesariamente está acostumbrada a tomar un control.

Pero hubo un momento en que la creativa habló de la interactividad de Bandersnatch y remarcó que, mientras admira su accesibilidad, solo se trata de una mecánica que ya se ha explorado en el pasado.

Para ella, Bandersnatch es una suerte de retroceso, pues su mecánica es igual a la que propuso en juegos como Uncharted.

“Toma lo que los usuarios queremos hacer y lo vuelve pasivo, y toma lo que queremos que sea intencional y armado para nosotros y lo vuelve una elección”.

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Aún con sus observaciones, Hennig insistió en que debe aplaudirse la manera en que Bandersnatch está disponible para todo los usuarios de determinada plataforma, sin que medien dilemas como la compatibilidad de hardware para disfrutar una experiencia.