Tinder, la app para hacer match con otras personas con la facilidad de un swipe, tiene una nueva actualización para quienes crean que su apertura sexual es limitada.

Antes, los usuarios podían especificarle a Tinder su género y si estaban en busca de hombres, mujeres o ambos, pero en realidad era imposible establecer la preferencia sexual.

Ahora es posible elegir de entre nueve opciones para que el perfil de los usuarios quede lo más definido posible y acorde a su orientación.

Estas nueve opciones son hetero, gay, lesbiana, bisexual, asexual, demisexual, pansexual, queer y “en duda”.

Por lo que hace a hetero, gay, lesbiana, bisexual y “en duda” no creemos que haya mayores dudas, pero para el caso de las demás dejamos las definiciones que dispone el Glosario de la diversidad sexual, de género y características sexuales del CONAPRED:

Asexual:
Orientación sexual de una persona que no siente atracción erótica hacia otras personas. Puede relacionarse afectiva y románticamente. No implica necesariamente no tener libido, o no practicar sexo, o no poder sentir excitación.

Pansexualidad:
Capacidad de una persona de sentir atracción erótica afectiva hacia otra persona, con independencia del sexo, género, identidad de género, orientación sexual o roles sexuales, así como la capacidad de mantener relaciones íntimas y/o sexuales con ella.

Queer:
Las personas queer, o quienes no se identifican con el binarismo de género, son aquellas que además de no identificarse y rechazar el género socialmente asignado a su sexo de nacimiento, tampoco se identifican con el otro género o con alguno en particular.

Dichas personas pueden manifestar, más que identidades fijas, expresiones y experiencias que: 1) se mueven entre un género y otro alternativamente; 2) se producen por la articulación de los dos géneros socialmente hegemónicos; 3) formulan nuevas alternativas de identidades, por lo que no habría, en sentido estricto, una transición que partiera de un sitio y buscara llegar al polo opuesto, como en el caso de las personas transexuales.

Las personas queer usualmente no aceptan que se les denomine con las palabras existentes que hacen alusión a hombres y mujeres, por ejemplo, en casos como “todos” o “todas”, “nosotros” o “nosotras”, o profesiones u oficios (doctoras o doctores), entre otras situaciones; sino que demandan —en el caso del idioma español— que en dichas palabras, la última vocal (que hace referencia al género) se sustituya por las letras “e” o “x”, por ejemplo, “todes” o “todxs”, “nosotrxs”, “doctorxs”, etc.”