Desde marzo del año pasado, el reconocido analista Ming-Chi Kuo auguraba que la serie 14 de iPhone llegaría con claras diferencias entre los modelos estándar y Pro enmarcadas en el terreno del procesador.

En aquel momento, Kuo afirmaba que el chip A16 de próxima generación solo estaría disponible en los iPhone 14 Pro y Pro Max, por lo que las otras versiones presentadas por Apple portarían el A15 que alimenta actualmente a los iPhone 13.

La serie iPhone 14 llegaría con cámara de 48 megapíxeles y un Pro Max low cost

En aquel momento, el analista escribía:

“Solo dos modelos Pro se actualizarían al procesador A16, mientras que el 14 y el 14 Max seguirán usando el A15. Es probable que los cuatro nuevos modelos vengan con 6 GB de RAM, con la diferencia de LPDDR 5 (14 Pro y 14 Pro Max) frente a LPDDR 4X (14 y 14 Max)”

En un principio, todo apuntaba que este posible movimiento respondía a una estrategia para hacer frente a la evidente escasez de chips que ha golpeado al grueso de fabricantes.

No obstante, Kuo acaba de reafirmar este pronóstico entregando una nueva variante que indica que la diferencia entre los iPhone estándar y sus versiones Pro relacionada con la potencia de sus procesadores se mantendrá a largo plazo.

Apple, iPhone y una nueva estrategia

Esto quiere decir que la aparente decisión de Apple de guardar sus procesadores más nuevos y potentes para las versiones premium del iPhone poco estaría guiada por la falta de componentes; en realidad sería una estrategia para incrementar sus ventas.

Esta estrategia de diversificación más agresiva daría inicio con la salida de la familia iPhone 14, pero se mantendría para la serie iPhone y los smartphones pensados para después del 2023.

iPhone

A decir de lo expresado por Kuo en su blog, destinar el chip A16 a los modelos 14 Pro permitiría a Apple aumentar «significativamente la proporción de envío de nuevos modelos ‌iPhone‌ de gama alta en 2022 de 55 a 60 por ciento (frente al 40 y 50 por ciento registrados en el pasado)».

La estrategia estaría lejos de lo que hemos visto en la historia de Apple hasta ahora. Todas las versiones del iPhone 13, por ejemplo, están equipados con el mismo chip A15. Sus diferencias radican en el tamaño de pantalla, apartado fotográfico y materiales de construcción.

De concretarse la predicción de Kuo, Apple esatría aumentando la brecha entre la gama estándar y Pro con posibles implicaciones importantes en tema de precio para el consumidor. No obstante, podría impulsar las ventas de sus iPhone premium hasta en un 20 por ciento, según el analista.