Twitter eliminó alrededor de 3 mil 500 cuentas que realizaban operaciones y propaganda en beneficio de gobiernos de diferentes países.
Poco más de 2 mil cuentas retransmitieron el discurso oficial del Partido Comunista de China sobre el tratamiento del pueblo uigur, una minoría musulmana de la que se cree que cerca de un millón de miembros se encuentran recluidos en campos de trabajos forzosos, según el informe de múltiples organizaciones.
Otras 100 cuentas de Twitter estaban vinculadas a una empresa cercana al gobierno de una de las provincias de China, donde viven la gran parte de los ciudadanos musulmanes.
Asimismo, otras cuentas eliminadas promovieron acciones de las autoridades de México, Rusia, Tanzania, Uganda y Venezuela.
Twitter en contra del propagandismo.
Twitter anunció que a principios del año entrante lanzará un panel en temas de moderación de su plataforma, que reunirá a académicos, representantes de organizaciones, periodistas y miembros de la sociedad civil.
Pero no es solo la desinformación política la que tiene preocupada a la red social que en esta semana cambió de dirección, sino que también ha elevado sus esfuerzos por controlar los contenidos, en especial cuando terceros manejen fotos o videos de otras personas sin su consentimiento.
Twitter realizó ajustes a su política de privacidad en la que también se prohibió compartir números telefónicos, direcciones así como documentos de identidad.
Campañas similares.
Por su parte, Facebook dio a conocer que había desmantelado una operación orquestada desde China, que utilizaba cuentas falsas para alimentar las tensiones contra Estados Unidos.
No se trata de un hecho aislado o novedoso, durante la campaña presidencial de Donald Trump, este tipo de cuentas intensificaron su actividad solo que en aquella ocasión se trató de Rusia y no de China.
Por lo que eliminar las cuentas en Twitter u otra red social no sirve de mucho, si se toma en consideración que se puede abrir una nueva sin problema alguno.
