La Ciudad de México es uno de los lugares en donde los capitalinos pasan más tiempo en el transporte público que en sus hogares o trabajos debido al enorme tránsito al que se enfrentan  día con día.

Tras una situación así, fue como nacieron los servicios de transporte privado como Uber, Cabif y Didi, los cuales por medio de una aplicación acuden a los sitios en donde se encuentran las  personas para llevarla hasta su destino.

Esto parecía ser la solución, sin embargo, sólo logró que se tuviera un mercado sumamente competitivo al cual se ha incluido un nuevo rival: Picap.

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Desde Colombia para México

El nuevo competidor que planea acaparar la atención de los mexicanos y dejar a los autos de lado es Picap, un servicio de motocicletas que los usuarios pueden tomar para llegar de una manera más rápida.

Su integración ha sido muy lenta y discreta, debido a que, por ahora, sólo están realizando una serie de pruebas piloto, tras no contar con el registro de empresa que se exige en México para que se pueda circular libremente.

Sin embargo, esto no ha sido impedimento para que la app ya haya sido descargada y usada por miles de personas desde octubre de 2018, fecha en la que se inició operaciones.

¿Picap realmente es diferente a los demás servicios?

El hecho de que el viaje se realice en una motocicleta, no es suficiente para considerarlo como un servicio sobresaliente ni impresionante, al menos no para un segmento en el que se ha visto de todo en cuestión de transportes privados.

Por ello es que además de las dos ruedas, se tienen precios más económicos bajo la idea que los traslados en una moto ocupan menos gasolina que un automóvil, suena realmente bien, pero si se recuerda que el uso de este tipo de vehículos representa 19 veces más generación de dióxido de carbono (CO2) que los automóviles, ya no se tienen tantas ventajas.

Esto, junto la regulación de los chóferes y las tarifas, son un asunto que Picap debe arreglar antes de asentarse en la CDMX y unirse a la travesía. Mientras esto sucede, cuéntenos si se subirían a una motocicleta con un “extraño” manejando.