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Facebook y los smartphones: Nuevas herramientas de la psicología

La tecnología nos es cada vez más cotidiana. Millones de personas sienten la necesidad de consultar sus mensajes de correo o entrar a las redes sociales...

Facebook y smartphones

La tecnología nos es cada vez más cotidiana. Millones de personas sienten la necesidad de consultar sus mensajes de correo o entrar a las redes sociales para ver las últimas novedades, aunque las hayan revisado minutos antes. Todo esto parece evidente en los usos y costumbres a los que nos estamos acostumbrando, pero también nos pueden dar información sobre la personalidad de los individuos y sus procesos mentales. Por ello, no es casualidad que la psicología esté tomando a las redes sociales y a los teléfonos celulares como sus nuevas herramientas de investigación.

En dos recientes artículos de la publicación Perspectives on Psychological Science se explora cómo las tendencias en tecnología están cambiando las preguntas que los psicólogos se hacen y en las formas en que las hacen.

Los científicos sociales tienen una mina de oro, por ejemplo, en Facebook, donde los 900 millones de usuarios convierten a la red social en un medio de cultivo perfecto para estudiar las relaciones sociales. Los psicólogos Robert E. Wilson, Samuel T. Gosling y Lindsay T. Graham han compilado todos los estudios de las ciencias sociales y han analizado el tipo de preguntas que hacen los investigadores de dichos estudios.

Las tendencias globales en las investigaciones indican que las personas están en Facebook porque pueden mantener conexiones de manera informal, tanto con amigos cercanos como aquellos distantes. Las investigaciones también mostraron que los usuarios tienden a definirse con precisión en los perfiles de Facebook, lo que resulta una excelente fuente para los empleadores pues pueden evaluar a los candidatos para las ofertas de trabajo o bien para que los negocios encuentren consumidores para sus productos.

Por otra parte, algunas empresas están recolectando los datos de sus empleados, lo que tiende a ser una preocupación en términos de privacidad. Sin embargo, los esfuerzos para hacerse de información considerada privada son para la mayoría mucho menores que el valor de los datos obtenidos.

Con los teléfonos inteligentes pasa algo parecido. Considerando que el costo de estos dispositivos va a la baja, los psicólogos están viendo que los datos que se pueden obtener son invaluables. Debido a que la gente está en constante movimiento, uno de los grandes retos es recolectar información en tiempo real en los medios ambientes cotidianos en los que se desenvuelve la gente. Y aunque los escenarios siempre se pueden simular, está claro que por qué habrían de hacer eso los científicos si se pueden estudiar a los seres humanos en su hábitat natural, gracias al celular, a decir del psicólogo Geofrey Miller.

Una de las ventajas de los teléfonos celulares es que la gente los carga a todos lados todo el tiempo. Los sensores en los teléfonos inteligentes pueden dar una buena cantidad de información, más allá de la posición física del usuario, por ejemplo, obre cómo se desplaza y su proximidad con otros usuarios que también tienen teléfonos móviles. Mediante el uso de apps psicológicas que los usuarios descargan en sus teléfonos, Miller sugiere que los científicos pueden obtener mejores representaciones de cómo los medios ambientes influyen en el comportamiento. Una app de este estilo es Mappiness, la cual combina datos sobre la posición del usuario, el nivel del ruido ambiental, y el modo en el que se encuentra la persona para encontrar la correlación entre cómo se sienten las personas en ciertos medios ambientes y cómo cambian. Miller predice que incluso los teléfonos podrían eventualmente ser equipados con sensores para medir temperatura, radiación e incluso niveles de contaminación.

Sin embargo, hay algunos problemas que resolver con estas tecnologías. Por ejemplo, la duración limitada de la batería o el hecho de usar teléfonos de diversas marcas que bien podrían afectar el comportamiento de quienes lo usan. No parece ser igual usar un teléfono iPhone que un Android, por ejemplo.

Como sea, parece que los psicólogos tendrán —gracias a las nuevas tecnologías— muchas más posibilidades de investigación para saber cómo somos. Para ellos esto es una nueva revolución sin duda.

Referencias: Psychological ScienceScience Daily Social Networking stress

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