Hoy en día hay una serie de personajes que quieren hacer comedia. Son mujeres y hombres jóvenes, no mayores de 30 años probablemente, que semana a semana suben videos a sus respectivos canales en YouTube y obtienen dinero a través de una serie de mecanismos que el mismo YouTube ha puesto a su disposición. Podemos ver a «YoSoyGermán», «Werevertumorro», «Daniela Bos», «Sandy Coben», «Yosstop», «Luisito Rey», entre muchos de los que ya empiezan a saturar esto de hacerse comediante virtual en Internet.

Algunos de los youtubers populares tienen los siguientes números:

  • Werevertumorro: 10.252.625 suscriptores y 1.348.185.543 visualizaciones
  • HolaSoyGermán: 23.469.704 suscriptores y 2.036.524.114 visualizaciones
  • Daniela Bos: 485.435 suscriptores y 20.630.548 visualizaciones
  • Yuya: 11.059.009 suscriptores y 1.021.027.196 visualizaciones
  • Caelike: 5.087.580 suscriptores y 445.958.680 visualizaciones
  • Yosstop: 1.894.311 suscriptores y 169.018.519 visualizaciones
  • Sandy Coben: 1.894.311 suscriptores y 169.018.519 visualizaciones
  • Galatzia: 1.518.163 suscriptores y 184.478.902 visualizaciones

Como puede verse, los números asombran. Germán tiene en total unas 2 mil millones de visitas, esto es equivalente a un 14% (más o menos), de la población mundial. ¿Cómo le hacen? ¿Es que en serio son tan ingeniosos y buenos? El fenómeno es socialmente interesante. A un evento de una empresa el año pasado vino Germán y fue la locura, no cabía un alma más. ¿Qué será que les llama tanto la atención? En mi opinión logran que de alguna manera haya una identificación con el personaje y muchos de los seguidores de estos artistas virtuales se sienten como si fuesen ellos. Las cosas que dicen les deben parecer graciosas porque probablemente les pase a muchos seguidores y entonces de pronto, de ser por ejemplo un evento desagradable, como lo dice el youtuber, se convierte en un evento hasta gracioso. Y hay cosas que me llaman más la atención. Galatzia, un tipo que se pone una peluca fosforescente y se viste de mujer, dice al inicio de sus videos: «Hola, yo soy Galatzia, tu pinche diosa, la que se cogió a tu mamá y por eso naciste tú». ¿En serio eso es gracioso para alguien? ¿Que insulten al espectador es simpático? Pues bien, este señor tiene 184 millones de vistas de sus videos. Me parece increíble.

Obviamente estos números sirven para algo: no solamente para saber la popularidad de estos personajes, sino que es un mecanismo para que sean retribuidos por YouTube y por los anunciantes que se acercan a los respectivos canales. De hecho, probablemente gracias a estos números ahora estamos viendo una nueva etapa en el desarrollo de estos jóvenes comediantes. Por ejemplo, ya pueden verse por las calles de la ciudad de México anuncios de un perfume que lleva el nombre de Yuya. Paso por la librería que está por Barranca del Muerto, casi con Río Churubusco y veo anunciado un libro escrito por la misma joven. Ahora Werevertumorro y sus amigos van a sacar un libro que el propio comediante ha dicho, saldrá en diciembre.

Y desde luego cada editorial sabrá a quién contratar para hacerle un libro. En el caso de Werevertumorro probablemente pase algo como lo que alguna vez hizo Jordi Rosado y que le debe haber dejado buenas regalías. Probablemente estos comediantes, convertidos en escritores, serán asesorados por escritores verdaderos que puedan poner sus ideas en el lenguaje correcto.

El punto es ¿hasta dónde llegarán? ¿cuándo será ya invíable convertirse en youtuber? ¿cuándo dejará de ser negocio? Y más allá de eso me pregunto, ¿ésta es la juventud que tenemos? ¿esto es lo que les gusta? ¿éste es el nivel de cultura de nuestros jóvenes? ¿Y cuál será el siguiente paso, que este conjunto de personajes con 15 minutos de fama sean nuestros representantes en los próximos años? Me suena escalofriante, por decir lo menos.