Si cada palabra, en cada lugar que visitas e incluso en tu hogar fuera tuiteada para su visibilidad pública, ¿cómo sería la vida? Un par de artistas intentan descubrir esto al colocar micrófonos en lámparas, mismos que envían las conversaciones vía WiFi para volverlas tuits muy interesantes.

Conversnitch es el nombre de este proyecto que debe ir en contra de algunas leyes y, sobre todo, de la voluntad de las personas. Aun así, se trata de un experimento social interesante del que todos pueden ser testigos.

Situados en parques, restaurantes, librerías y otros sitios de la ciudad de Nueva York, el sistema “escucha” a las personas cercanas y transmite los fragmentos de sonido. Para asegurarse de que la transcripción sea adecuada, ésta es hecha por personas a través del programa Mechanical Turk de Amazon.

Si se visita el timeline de Conversnitch, se podrá ver que muchas frases son cotidianas y sin importancia, aunque hay algunas que resultan intrigantes y hasta divertidas. Desde luego, también hay las que sospechan: “Hay algo en la lámpara” “Es el micrófono en el bulbo”.

El concepto levanta cualquier tipo de cuestionamientos, pues mientras que en esta ocasión se publican textos anónimos y aparentemente inofensivos, también pone en perspectiva los métodos de espionaje que se usan por el gobierno y cuán precisos pueden llegar a ser.

Si esto se realizara en más regiones, ¿cómo te sentirías al respecto? ¿Tus conversaciones en público seguirían siendo las mismas?

Referencia: Twitter, Vimeo