No es ninguna sorpresa que la Tierra esté rodeada de asteroides, pues muchos de ellos pasan cerca de nuestro planeta cada año; algunos con distintos tamaños, recorridos y masas; sin embargo, ninguno ha representado una amenaza real y latente para nosotros, pero no se debe descartar la posibilidad de que algo así ocurra.

Por este motivo, la NASA pondrá a prueba este 12 de octubre su red de observatorios y científicos que trabajan para el sistema de defensa planetaria. Para comenzar, esta práctica experimental se ejercerá con el asteroide 2012 TC4 como objetivo, una pequeña roca espacial de entre 10 y 30 metros de tamaño, el cual volará sin riesgo de impacto muy cerca de la Tierra en los siguientes meses.

A pesar de que los científicos no sepan con precisión a qué distancia podría aproximarse el asteroide, ellos creen que no llegará a más de 6,800 kilómetros de la superficie de nuestro planeta. Cabe destacar que la pequeña roca 2012 TC4 ha estado fuera del alcance de cualquier telescopio y no se ha vuelto a observar desde su primer descubrimiento.

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A través de un comunicado oficial, la NASA comentó lo siguiente:

«Los científicos de nuestra agencia están muy entusiasmados con el próximo vuelo de un pequeño asteroide, por lo que planean usar su próximo acercamiento de octubre a la Tierra como una oportunidad no sólo para la ciencia, sino que también para probar nuestra defensa planetaria.»

A grandes rasgos, con estas pruebas que la NASA llevará a cabo, se harán preparativos para recopilar datos con el fin de caracterizar y aprender tanto como sea posible sobre un asteroide que posiblemente pase muy cerca de la Tierra. Por ende, con el 2012 TC4, se probará la detección de asteroides en todo el mundo y la red de rastreo evaluará qué tan potencial podría ser la amenaza de estos fenómenos.

El objetivo primordial del proyecto radica en la creación de un plan de respuesta rápida. De este modo, si un asteroide es detectado y tiene una trayectoria que incluya a la Tierra, las alarmas podrían ser activadas y se ejecutaría un mecanismo de acción, el cual aún se desconoce en qué consiste.

Con el seguimiento que la NASA realizará al asteroide 2012 TC4, se podrá relocalizar y rastrear, por lo que este sistema contaría con observaciones iniciales y continúas, así como la terminación precisa de la órbita y las comunicaciones internacionales.

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Hay que recordar que todo esto será un experimento por parte de la NASA, por lo que este 12 de octubre estaríamos viviendo un simulacro de «amenaza real». Sólo de este modo, la agencia de investigación comprobará si el protocolo funciona.

Referencia: NASA