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Alegría Digital (en 5 min)

Para poder disfrutar esta nota, requieren dos cosas. Tiempo (unos 5 minutos, en lugar de comerse un chocolate….) y unos audífonos.  Dense el tiempo de...

Para poder disfrutar esta nota, requieren dos cosas. Tiempo (unos 5 minutos, en lugar de comerse un chocolate….) y unos audífonos.  Dense el tiempo de leer esto y de pensar mientras escuchan las notas que vienen de la guitarra de este joven hasta “ayer” desconocido. pero que ahora, al menos 81,306,225 y contando saben de él. Es el video más visto en el sitio YouTube.

La razón de este fenómeno es quizá lo que crea esta nota y es que, en parte, el frío, el tráfico, el “estrés navideño” qué cada año parece durar más y todos los problemas de la vida cotidiana nos hacen olvidar frecuentemente de notar o de darnos alguna pequeña alegría. Vivimos tan al pendientes de nuestras tareas y nuestros gadgets que olvidamos desconectarnos un ratito.  Además, es en estas épocas donde nuestros amados gadgets y equipos se vuelven parte problema, parte solución. Internet provee un método de satisfacción instantanea si sabes buscar, (¿por eso quizá el éxito de Google?) y creo que debemos aprovechar nuestro gusto, pasión y entendimiento por la tecnología para permitirnos unos ratos alegres, o en honor a cierta locutora, un corchete de alegría en nuestro día. ¿Lo mejor? Sólo requiere 5 minutos.

En esta ocasión este momento alegre nos llega por parte de un tal “guitar90” que usando únicamente software, Internet, y una gran habilidad con la guitarra nos presenta su versión del Canon de Pachelbel. Siempre he insisto en que los “fenómenos” en Internet que parecen explotar de la nada tienen siempre una explicación… creo que en este caso, la razón del éxito es clara. Quizá esta persona no se vuelva millonaria, quizá esto sea lo único que alguna vez sabremos de él, pero, por 5 minutos nos brinda un rato de alegría. Y se le agradece, al menos. ¿No les parece?.  Estamos en el último jalón del año y creo que es bueno recordar que los buenos proyectos son así… se hacen por el gusto de hacerlos. Lo demás llega solito. ¿A póco no?.

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