El principal objetivo de todas las vacunas que se han desarrollado en contra del COVID-19 —y de las que están en proceso— es minimizar los efectos de la enfermedad: es decir, el objetivo, en primera instancia, es lograr que si alguien ya vacunado se contagia de la enfermedad no padezca síntomas graves, no requiera hospitalización y a final de cuentas, que no muera. 

Ese objetivo principal lo consiguen absolutamente todas las vacunas que se han aprobado en México y en otros países del mundo, desde la desarrollada por Pfizer, la más famosa por haber sido la primera, hasta la de AstraZeneca, pasando por la rusa Sputnik o la china Sinovac. Todas las vacunas aseguran a quienes se las apliquen que la probabilidad de contagiarse de COVID-19 será menor y en caso de que se contagien, los efectos serán moderados, esto de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Segundo Objetivo

El segundo objetivo de vacunar a toda la población es alcanzar en el mediano plazo la inmunidad de rebaño, con lo cual la pandemia quedaría prácticamente controlada, y entonces sí, podríamos regresar a tener una vida lo más normal que se pueda. Por eso es tan importante que la mayoría de la población esté vacunada lo antes posible, con cualquiera de las vacunas autorizadas.

Pero entonces, ¿por qué se habla tanto de la eficacia de una o de otra vacuna? ¿Cómo funcionan las diferentes vacunas? Aquí te explicamos. 

La tecnología

Lo primero que llama la atención de tener tantas vacunas ya aprobadas es la velocidad con la que se desarrollaron y eso es, en buena medida, gracias a la tecnología que algunas de ellas han utilizado; un mecanismo que ha avanzado notablemente en los últimos años y que ayudó a esta rapidez, conocido como ARNm.  

En otros casos ayudó el trabajo avanzado en vacunas que ya se desarrollaban antes de la aparición del virus SARS-CoV-2, para otro tipo de coronavirus.

En cualquier caso, el desarrollo, las fases de prueba y la aprobación de organismos especializados y su manufactura masiva se ha hecho en tiempo récord, un logro sin precedentes en la historia de la humanidad. Hasta antes de esta pandemia, las vacunas podrían tardar más de una década en desarrollarse.

Existen cuatro tipos de vacunas entre las que se están comercializando para combatir el COVID-19, estos son:

ARNm: Su nombre en inglés es mRNA, que significa que usan ARN o ADN (es decir, material genético del virus) como mensajero (eso significa la m). Es decir, esta molécula le dice a las células de tu cuerpo cómo construir proteínas que provocan una respuesta inmunitaria. Esta es una tecnología novedosa, el mayor avance tecnológico para combatir la pandemia.

Vectores virales: La tecnología de esta vacuna radica en usar un virus inocuo (plataforma o vector) que transporta fragmentos específicos (proteínas) del agente patógeno en tu cuerpo para que induzcan una respuesta inmunitaria sin llegar a causar la enfermedad. Esta tecnología ya se ha usado, por ejemplo, en el desarrollo de la vacuna contra el ébola.

Virus inactivado: Funcionan mediante un virus inactivado o atenuado, que no es capaz de contagiar a la persona aunque sí de conseguir una respuesta en el cuerpo para generar anticuerpos.

Subunidades proteicas: Estas vacunas contienen partes de proteínas o estructuras proteicas inofensivas, las cuales que imitan el comportamiento del SARS-CoV-2 para generar inmunidad. La diferencia es que se usa sólo un fragmento del virus para activar la respuesta inmunitaria.

LOS EFECTOS SECUNDARIOS

Todas las vacunas pueden causar efectos secundarios, sin embargo, las tres fases de pruebas a las que todas las vacunas se someten están diseñadas, entre otras cosas, para asegurarse de que dichos efectos secundarios sean mínimos.

Muchos de los efectos secundarios son similares en todas las vacunas: dolor en la zona de aplicación, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor en las articulaciones, escalofríos, cansancio o fiebre.

Contrario a lo que podría pensarse, el hecho de presentar efectos secundarios es algo positivo. La presencia de estos efectos hacen evidente que la vacuna está funcionando en el cuerpo ya que dichos efectos en realidad son reacciones de tu cuerpo ante un agente externo (que es lo que buscan todas las vacunas, que tu cuerpo genere una respuesta inmunitaria), así que es la prueba fehaciente de que la vacuna está haciendo efecto.

Lo que es importante cuidar es el caso de personas con historia de reacciones alérgicas. En ese caso, consulta a tu médico para que monitoreen tu reacción. En la inmensa mayoría de estos casos tampoco suele haber problema, pero no está de más que en caso de tener un historial de reacciones alérgicas, te revise el médico. 

LA FAMOSA EFECTIVIDAD

Mucho se ha hablado sobre el “bajo porcentaje de eficacia” de ciertas vacunas, como la de Johnson & Johnson, que tiene el 67% de eficacia, pero es importante hablar de lo relativo de este término.

El porcentaje de eficacia no significa el número de personas que se pueden enfermar después de ser vacunadas, sino las probabilidades de que cada individuo se enferme incluso con la vacuna. Por lo tanto el porcentaje de eficacia es relativo.

Además, ese porcentaje también depende del tiempo que tardó la fase de pruebas y el sitio donde se hicieron las pruebas. Es decir, si una vacuna se probó en el Reino Unido durante algún pico de contagios, es probable que su efectividad sea menor porque había una carga viral más alta y más riesgo de contagio, en general.

Por otro lado, hay que tener presentes que el principal objetivo de una vacuna no es evitar el contagio en su totalidad. El objetivo de la vacuna, en realidad, es detener al virus de manera general y, en lo particular, evitar que cause hospitalización y muerte.

Una enfermedad como el COVID-19 presenta diversos escenarios para quien se contagia que van desde la muerte, hasta una enfermedad leve y asintomática, y en medio hay una gama entera de diferentes rangos de enfermedad. Lo ideal es que, a partir de la vacuna, nadie se infecte con la enfermedad, pero esa expectativa es irreal. 

Todas las vacunas ofrecen este tipo de protección. Ninguna persona sometida a las pruebas de todas las vacunas y que se haya contagiado de COVID-19 después tuvo que ser hospitalizada, ni hubo muertes a causa de la enfermedad. 

El siguiente paso es que la mayoría de la gente esté vacunada para que entonces la inmunidad de rebaño haga imposible que vuelva  a generarse un brote importante o una epidemia y una pandemia.

Por esto, cada vacuna representa un paso adelante para acabar con la pandemia de COVID-19.

LAS VACUNAS

Por el momento, en México se colocan vacunas de Pfizer, AstraZeneca, Sputnik y Sinovac, pero es probable que en el futuro se adquieran más vacunas de otras marcas. Aquí te dejamos información de las vacunas que circulan en el mundo.

Pfizer-BioNTech

  • Eficacia: 95%, alcanzada 7 días después de la segunda dosis
  • Tipo: ARNm
  • Dosis: Dos con 21 días de diferencia.
  • Efectos secundarios: Dolor en la zona de aplicación; cansancio; dolor de cabeza; dolor muscular; escalofríos; dolor en las articulaciones y fiebre.
  • Esta vacuna se ha distribuido en 74 países, incluyendo México. Quizá el mayor tema con esta vacuna es la necesidad de mantenerse en refrigeración elevada.

Moderna

  • Eficacia: 94%, alcanzada 14 días después de la segunda dosis.
  • Tipo: ARNm
  • Dosis: Dos con 28 días de diferencia.
  • Efectos secundarios: Dolor en la zona de aplicación; cansancio; dolor de cabeza; dolor muscular; dolor en las articulaciones, y escalofríos.
  • Esta vacuna se ha distribuido en 33 países. México aún no adquiere vacunas de esta marca. Una ventaja de esto es que, a pesar de su tipo, la refrigeración no es tan elevada como la Pfizer, por lo que su manejo es más sencillo, aunque de cualquier modo necesita estar a menos 20 grados Celsius.

Oxford-AstraZeneca

  • Eficacia: 67%, tras 15 días después de la segunda dosis.
  • Tipo: Vectores virales.
  • Dosis: Dos con una diferencia de entre 8 y 12 semanas.
  • Efectos secundarios: Fatiga; escalofríos; dolor de cabeza; dolor de articulaciones o muscular. 
  • Esta vacuna, que se ha distribuido en 61 países y México tiene varios lotes, se puede guardar en un refrigerador normal ya que debe estar a una temperatura de entre 2 y 8 grados Celsius, lo que la hace muy fácil de mantener y no requiere el despliegue de dispositivo logístico para mantener la cadena de frío en su distribución. Algunos países suspendieron su aplicación luego de que se reportaron casos de coagulación, pero luego se aclaró que el porcentaje era mínimo y se reactivó la vacunación. Cualquier duda, consulte a su médico.

Sputnik V

  • Eficacia: 92% 21 días después de la segunda dosis.
  • Tipo: Vectores virales.
  • Dosis: Dos con una diferencia de 21 días.
  • Efectos secundarios: Cansancio, náuseas, dolor de cabeza, dolor muscular, fiebre.
  • Esta vacuna de manufactura rusa se ha distribuido en 16 países, incluido México, y requiere refrigeración normal. Aunque al principio corrieron rumores sobre su baja efectividad, la prestigiosa publicación médica británica The Lancet publicó un análisis ratificando su eficacia.

Johnson & Johnson

  • Eficacia: 66%, tras 28 días luego de su aplicación
  • Tipo: Vectores virales.
  • Dosis: Una.
  • Efectos secundarios: Dolor en la zona de la aplicación, dolor de cabeza; dolor muscular y fatiga.
  • Esta vacuna se ha distribuido sólo en cuatro países, aunque por el momento México no tiene adquiridos lotes. El hecho de que se trate de una sola aplicación y que se deba mantener entre 2 y 8 grados Celsius, hacen que su mantenimiento, distribución y aplicación sea de costos reducidos y, por ser una sola dosis, más rápida y eficiente.

CanSino

  • Eficacia: 65%
  • Tipo: Vectores virales.
  • Dosis: Una.
  • Efectos secundarios: Dolor en la zona de aplicación, dolor de cabeza; fiebre y fatiga.
  • Esta vacuna de fabricación china no implica una refrigeración elevada y, además, la farmacéutica ha estado probando su aplicación mediante un espray nasal (además de la inyección intramuscular, que es como se aplica actualmente, al igual que todas las demás vacunas).

Sinopharm

  • Eficacia: 79%
  • Tipo: Virus inactivado.
  • Dosis: Dos con diferencia de entre 21 y 28 días.
  • Efectos secundarios: Cansancio; náusea; dolor de cabeza; dolor muscular; fiebre.
  • Esta vacuna de origen chino se puede mantener en refrigeración común durante dos años sin que pierda sus propiedades, lo que ofrece pragmatismo para su manejo, distribución y almacenamiento.

Sinovac / CoronaVac

  • Eficacia: 50%
  • Tipo: Virus inactivado.
  • Dosis: Dos con 14 días de diferencia.
  • Efectos secundarios: Dolor en la zona de aplicación; dolor de cabeza.
  • La principal ventaja de esta vacuna china es que mantiene su estabilidad y puede permanecer almacenada en refrigeración común hasta por tres años sin perder sus propiedades. Asimismo, es capaz de resistir 42 días a temperaturas que no rebasen los 25 grados Celsius, lo que la hace una buena opción para países que no puedan asegurar la cadena de frío estricta.

Covaxin

  • Eficacia: 81%
  • Tipo: Virus inactivado.
  • Dosis: Dos con 28 días de diferencia.
  • Efectos secundarios: Rigidez y debilidad en el brazo donde se aplicó; dolores musculares; dolor de cabeza; fiebre.
  • Esta vacuna desarrollada en India tiene como principal atractivo que, según estudios preliminares, también es capaz de neutralizar la variante británica del COVID-19.

NovaVax

  • Eficacia: 89% luego de 7 días de la aplicación.
  • Tipo: Subunidades protéicas.
  • Esta vacuna está en la tercera fase de pruebas y el último reporte determinó una eficacia de 96% en contra el coronavirus original, pero de 50% contra la nueva variante sudafricana y están adaptando una nueva versión para las variantes. Si las pruebas son exitosas, la vacuna se empezaría a distribuir este año, primero en Estados Unidos y Reino Unido, pero es posible que llegue a América Latina.

EpiVAcCorona.

  • Tipo: Subunidades proteicas.
  • De esta vacuna de fabricación rusa aún no se han recogido resultados más precisos de sus efectos y su porcentaje de efectividad (aunque el gobierno ruso asegura que es 100% efectiva). A partir de mayo habrá más información sobre esta vacuna.