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30 años de evolución portátil

En 2011, al escuchar el término “computadora portátil” podemos pensar en muchas cosas. Tal vez se venga a la cabeza la imagen de una tablet,...

En 2011, al escuchar el término “computadora portátil” podemos pensar en muchas cosas. Tal vez se venga a la cabeza la imagen de una tablet, smartphone o laptop. Pero hace treinta años, la Osborne 1 hizo su debut como la primera computadora portátil del mundo, y pesaba cerca de 11 kilos.

Creada por Adam Osborne de Osborne Computer Corporation, el dispositivo fue presentado el 3 de abril de 1981 en la Feria de Cómputo de la Costa Oeste en el Brook Hall de San Francisco. Tenía una pantalla de 5 pulgadas entre dos unidades de disco y costaba $1795 dólares.

Aunque 11 kilos suena como algo bastante pesado para ir cargando, la Osborne 1 de verdad estaba pensada para ser portátil. Tenía un estuche de plástico que se cerraba con una manija incluida, un paquete de batería y el tamaño cercano al de una máquina de coser.

La Osborne 1 está claramente muy lejos de lo que actualmente tenemos como computadoras portátiles no sólo por el tamaño, sino por las capacidades. En la pequeña pantalla de 5” sólo se podían ver 52 caracteres por línea, pero el tamaño de ésta formaba también parte de la razón de que esta PC fuera móvil.

Los consumidores de hoy seguramente no considerarían este gadget como algo funcional en cuanto a su portabilidad. Para hacer contraste, el tamaño de las tabletas actuales deja a la Osborne 1 en una disparidad de tamaño enorme.

Para poner en perspectiva, iPad 2 sólo llega a pesar unos 600 gramos y medir 24 por 18 centímetros, mientras que el iPad original pesa alrededor de 700 gramos. Si bien la Osborne 1 no se vendió tan bien como la tableta de Apple, alcanzó la cifra de 10,000 unidades por mes. En septiembre de 1981, logró $1 millón de dólares en ventas.

Sin embargo, para septiembre de 1983, Osborne Computer Company se declaró en bancarrota. Los errores hechos por la compañía se conocen como el “Efecto Osborne”; lo que hicieron mal fue anunciar productos nuevos antes de estar listos para lanzarlos, causando que los compradores dejaran de adquirir los dispositivos que sí estaban disponibles. Adicionalmente, para el momento de la declaración de bancarrota, los consumidores comenzaban a inclinarse hacia la IBM PC.

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