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Una dirección IP no es una persona

En una decisión que podría bien convertirse en jurisprudencia, el juez de distrito Harold Baker, negó una demanda sobre supuesta violación de los derechos de...

En una decisión que podría bien convertirse en jurisprudencia, el juez de distrito Harold Baker, negó una demanda sobre supuesta violación de los derechos de autor, porque una dirección IP, indicó, no es igual a una persona. Si esto procede, entonces los cientos de demandas por bittorrent que hay en los Estados Unidos terminarían con eso de “o pagas o asumes las consecuencias de tus actos vandálicos“, que las empresas afectadas han impuesto como amenaza a aquellos que usan las redes peer to peer para bajar archivos.

El año pasado, varios propietarios de derechos de autor demandaron a más de 100,000 personas que supuestamente compartían archivos, sólo en los Estados Unidos. El propósito de estas demandas era obtener los detalles personales de los infractores para negociar ofertas de pagar entre unos cuantos cientos de dólares a un par de miles de dólares, en compensación por sus actos “criminales” y terminar la disputa legal de esa manera.

Abogados, el público en general y los grupos en defensa de los consumidores han comparado estas prácticas como  extorsión, pero aún así, nuevas demandas surgen cada mes. Esta semana, sin embargo, con la decisión del Juez de distrito Baker, si se adopta por otros jueces, podría terminar estas demandas masivas por parte de los supuestos afectados.

Por ejemplo, en el caso VPR Internationale versus Does 1-1017, el juez rechazó la petición de la firma canadiense de películas de adultos, para acceder a la información personal de los suscriptores de una dirección IP determinada. ¿La razón? que las direcciones IP no son iguales a las personas y que especialmente, en el caso del entretenimiento para adultos, esto podría obstruir un proceso legal justo.

Entre otras cosas, el juez Baker citó un caso reciente de pederastía, en donde las autoridades de los Estados Unidos hicieron una redada a personas que no tenían nada que ver con los criminales reales, quienes estaban conectándose de manera ilegal a las direcciones IP, através de WiFi, de quienes fueron redados. Usando este ejemplo, el juez dice que muchas de las peticiones de los que se defienden en el caso VPR podrían no tener que ver con las ofensas que se les imputan. “El infractor podría ser el suscriptor, alguien en la casa del suscriptor, un visitante con su laptop, un vecino o alguien que se estacionó en la calle en algún momento“, indicó el juez Baker.

Orin Kerr, un profesor de leyes de la Universidad George Washington, hizo notar que independientemente de que seas inocente o culpable, el supuesto ofensor siempre se ve como sospechoso. El juez  Baker hizo notar que “la vergüenza de la exposición pública podría ser mucha y que el costo de los procesos legales podría ser demasiado costoso para aquellos que no han hecho nada mal o en los casos en donde el acusador no puede probar que sus alegatos son ciertos totalmente“.

Baker concluye que su Corte no pretende dar soporte a esta “expedición de pesca“, refiriéndose a que quien acuse obtenga los datos personales de aquellos que usan una IP específica, si es que no hay evidencia de que hay jurisdicción sobre quienes son demandados. Y aunque estas decisiones son definitivamente un retroceso para quienes detentan los derechos de autor en las demandas contra los bittorrents, está por verse si otros jueces llegan a la misma conclusión en casos futuros. Si esto pasa, el fin de este tipo de demandas en los Estados Unidos estaría cerca.

Fuente: TorrentFreak

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