La piratería es un delito grave, pero en materia de videojuegos hay infinidad de rincones en los que los delincuentes actúan. Sin embargo, el año pasado las autoridades de Estados Unidos asestaron un golpe fulminante a una organización criminal conocida como Team Xecuter que se dedicaba a robar propiedad intelectual -particularmente de Nintendo- y a venderla.

Fue tras la intervención del FBI que se logró la captura del francés Max Louarn, del chino Yuanning Chen y del canadiense Gary Bowser, quienes de acuerdo con los informes federales eran líderes de esa organización.

Es hasta ahora, un año después de la captura, que surgen más detalles en torno a este caso, entre ellos que Bowser se declaró culpable ante el juez por los delitos de Tráfico de dispositivos de elusión y Asociación para eludir medidas tecnológicas y traficar con dispositivos de elusión.

Team Xecuter se dedicaba a vender productos para distintas plataformas, incluidas Nintendo Switch y Nintendo 3DS, con los cuales era posible la instalación de juegos pirata. Algunos de los dispositivos que distribuía ya tenían precargados títulos obtenidos a su vez ilegalmente.

Ahora que Bowser se declaró culpable de dos de los 11 delitos que se le imputaron, el resto de los cargos serán retirados, pero, de acuerdo con un reporte de VGC, los que siguen en marcha le pueden significar hasta cinco años de prisión cada uno.

El hombre también acordó pagar a Nintendo 4.5 millones de dólares y apoyar a las autoridades para detener a otros miembros de Team Xecuter.

La pericia de los delincuentes para instalar dispositivos con software pirata hizo que Nintendo lanzara modelos de Nintendo Switch con actualizaciones técnicas para que fuera imposible hackearlos con artefactos como el SX Pro y el SX OS de la organización criminal.

Sin embargo, el reporte arroja que Team Xecuter comenzó a distribuir otros dispositivos identificados como SX Core y SX Lite que podían burlar los nuevos protocolos.