Una de las grandes virtudes de Android es su apertura a que prácticamente cualquier fabricante pueda hacer modificaciones, de ahí que Android tenga una gran comunidad detrás que nos ha dado grandes innovaciones y mejoras en el sistema operativo durante más de una década. Sin embargo, esto también trajo un problema que Google dejó pasar hasta que se convirtió en un monstruo que parece imposible de vencer. 

Nos referimos a la fragmentación, de la cual hemos hablado muchas veces aquí en Unocero, y la cual es la culpable de que muchos usuarios tarden mucho tiempo en disfrutar de las últimas versiones de Android, sin embargo, Google tiene un plan para terminar con ella que va más allá de sus proyectos como Mainline y Treble

Un nuevo núcleo de Linux exclusivo para Android

El kernel o núcleo es una de las partes más importantes de un sistema operativo, y en el caso de Android, su kernel es el original de Linux en su su variante LTS (Long Term Support), aunque Google sí hace algunas modificaciones para que al final este kernel sea especial para Android. 

El problema, es que Linux al ser de código abierto permite que cualquiera pueda tomar su kernel y modificarlo, y Google permite que el kernel que ellos ya modificaron para Android sea modificado de nuevo por otros fabricantes para crear sus propios forks de Android. 

El problema es que los forks de Android ya están desfasados de la versión “original” de Android cuando son lanzados al mercado, y si consideramos que muchos otros fabricantes toman como base ciertos forks de Android para después volver a modificarlos, pues al final sus versiones finales están muy por detrás de la versión actual de Android que Google lanza al mercado. 

Por esta razón durante la Linux Plumbers Conference, la gente de Android ha dicho que su visión para el futuro es que todos trabajen juntos, que se dejen de lado los trabajos por separados, pues para acabar con la fragmentación del sistema operativo hay que terminar con la fragmentación del trabajo entre compañías. 

Por eso se ha hablado de un kernel general que también estará basado en Linux y que nadie deberá modificar, no es que no se pueda, es que no deberán hacerlo, sin embargo, eso no significaría que dejaríamos de ver capas de personalización, sino que todo será mucho más modular, pues los fabricantes podrán modificar otras partes del sistema, pero el kernel deberá quedar básicamente intacto. 

De esta forma las nuevas versiones de Android serán mucho más sencillas de lanzar a los millones de teléfonos en el mercado, y teléfonos con más de 2 años podrían seguir recibiendo soporte de nuevas versiones de sistema operativo por muchos años más. 

Esta aplicación para Android prometía bloquear anuncios pero inyectaba malware con anuncios invisibles

Claro que Google no ha revelado muchos detalles sobre si permitirá que los demás fabricantes puedan trabajar en este kernel junto con Google, pero de momento parece una misión muy complicada de lograr, aunque no imposible.