Para Karla Gómez y Cynthia López “estar en Facebook” es un trabajo de tiempo completo.

Si bien para millones estar en esta red social es sinónimo de un infinito paseo digital por fotos, likes, juegos y comentarios con uno que otro amigo cercano para ellas representa una oficina y una suerte de escaparate digital para más de 70,000 mujeres que hoy son parte de su grupo de Facebook “Entrelashadas”.

“El proyecto pintaba para 6 meses y si no jalaba lo cerrábamos, pero ya llevamos 4 años”

cuenta Cynthia López en entrevista.

Esta empresa, que comenzó como un grupo de mujeres en Facebook, hoy cuenta con un modelo de suscripción y organización de bazares- hoy digitales- en las que las participantes o “hadas” pueden generar ganancias de hasta 80,000 pesos en un par de días.

Gómez recuerda que hasta antes de la pandemia sus bazares movían hasta un millón de pesos por evento y que la organización ya era empresa redituable.

“Si se organizaban bazares en Satélite, te juro que hasta hacíamos tráfico en la calle”

, cuenta Cynthia.

Sin embargo, la pandemia más que bajar el ritmo lo subió y lo mudó a la versión digital al 100%, pues para las integrantes del grupo la tecnología y las redes sociales se convirtieron en un motor para sobrellevar la crisis, sanitaria y económica, que se vive actualmente y que a la fecha ha impactado más a mujeres que a hombres.

Una forma de apreciar este impacto desigual es a través de ver las cifras de los negocios liderados según el género.

A inicios de la cuarentena, un estudio de la Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Facebook, estimó que los negocios liderados por mujeres serían 7% más impactados por la pandemia que los liderados por hombres. En Latinoamérica, el golpe a los negocios femeninos sería de 11%; sin embargo, varias emprendedoras vieron en las redes sociales y en el eCommerce la manera de darle la vuelta a la crisis, como el caso de Las Hadas, que ya cuentan con 12 grupos especializados, además del colectivo principal, según cuentan las fundadoras, pero este no es el único caso.

Como las Nenis

En semanas recientes el término “nenis”, que hace referencia a los grupos de mujeres que se dedican a la venta directa de productos se hizo viral en redes sociales; sin embargo, esta actividad va mucho más allá del término pues a raíz de la digitalización obligada por la pandemia más de un emprendedor, pero sobretodo mujeres emprendedoras, tomaron plataformas como Facebook, Instagram, Whatsapp e incluso los SMS como canales para ofrecer productos, servicios o comenzar una startup, desde vender comida y manualidades hasta cereales a granel.

Botánica Granel es un ejemplo.

La pandemia restringió la operación normal del local de Silvana Huicochea, en el que se dedicaba a vender semillas y productos a granel sin empaques y favoreciendo a pequeños productores del país, además de dar empleo a seis personas aproximadamente, pero más allá de limitar sus puertas físicas, para Huicochea las restricciones por el confinamiento le abrieron la idea de usar Facebook como su nueva tienda. 

La emprendedora empezó a usar su página de Facebook y de Instagram para anunciar sus productos y después coordinar ventas y entregar por mensajes de Whastapp.

De marzo a agosto de 2020, en pleno semáforo rojo en la Ciudad de México, el 100% de sus ventas se generaron mediante Facebook e Instagram y actualmente 55% de sus ventas en línea provienen de Facebook y nutren el tráfico de su propia tienda online, la cual también abrió durante el estos meses de pandemia. 

Los cambios a la operación los aplicaron a partir de marzo de 2020, cuando restringieron la entrada a la tienda y quitaron el autoservicio para evitar más contactos al interior, y aunque actualmente ya operan casi con normalidad, las redes les permitieron impulsar cosas como pedir en línea y recoger los pedidos en tienda de forma más ágil.

Pese a esta proyección de impacto a negocios femeninos que hicieron la OCDE, el BID y Facebook a inicios de la cuarentena, hacia finales de 2020, la diferencia entre los negocios liderados por hombres y los liderados por mujeres que seguían abiertos fue de solo 4 puntos.

Según esta última medición del total de negocios que lograron seguir activos pese a la crisis 88% son de hombres y 84% de mujeres, y se registró un mayor uso de herramientas tecnológicas por parte de mujeres, aunque se registró una baja en el empleo formal para ellas de 11.3% entre marzo de 2020 y enero de 2021, según datos del registro del IMSS.

Ante esta reducción de empleos formales la venta directa, como el concepto de “las nenis”, ha crecido también y de diversas formas tecnológicas, como la plataforma Vendora que podría definirse como un marketplace para ventas por catálogo.

La plataforma cuenta ya con 10,000 inscritas y busca beneficiar a 100,000 para finales de 2021, de acuerdo con su fundador Felipe Servín.

“Nos estamos enfocando justo en edades millennials y centennials con esta plataforma justo por el tema de enfocar la tecnología en la disminución de la brecha de género. No solo son mujeres las registradas en la plataforma, pero sí son las más y fueron las más afectadas en la pandemia”

, dijo Servín en entrevista.

Del total de las registradas en Vendora, aproximadamente 60% tiene entre 20 a 35 años, pero de acuerdo con Servín ven también una suma rápida de mujeres por encima de los 50 años que buscan digitalizarse.

“Hay una comunidad que antes vendía por catálogo y tiene entre 45 o 50 años y que ahora dieron un brinco a la modernización de su negocio”, dijo.

Aprender a vivir del Like

Aunque la lista de ejemplos de mujeres emprendedoras que han usado la tecnología a su favor en medio de la crisis es larga, las experiencias alrededor de la curva de aprendizaje para realmente sacar provecho de las redes sociales para vivir de ello es muy diversa.

Hay para quienes Whastapp y Facebook se transformaron en una oportunidad de negocio nuevo y orgánico y para otras requirió de una inversión de pauta para que funcionara.

Carlota Flower Lab, fundada por Paola Mendoza, es una floristería que además de vender arreglos daba cursos de decoración presenciales pre pandemia pero tras cerrar esos eventos por requerimientos de sana distancia sus ventas bajaron 70% y tuvo que recurrir a la pauta para levantar sus opciones digitales, aunque con buenos resultados.

Tras ponerle marketing a redes, la marca recibió 24 veces lo que invirtió en pauta en redes en tres meses. Las ganancias de Carlota Flower Lab aumentaron tres veces en la pandemia.

La curva de aprendizajes para una y otra emprendedora ha sido muy particular y las cifras de desigualdad de género continúan vigentes pero el común denominador de los ejemplos, sobretodo durante la pandemia, es que la tecnología se convirtió en una de las herramientas más usadas para darle la vuelta a la crisis y generar ganancias con likes.

“Lo que queremos es llegar a más marcas y llegar a más mujeres, ser un buen ejemplo, eso es de lo que estamos pendientes y buscamos que las personas se sientan que pertenecen a una inmensa comunidad digital”

, dijo Karla de Hadas.