Para casi todas las profesiones, el home office dio más flexibilidad, aunque de acuerdo con un estudio de Kaspersky el poder trabajar desde casa a partir de la cuarentena por COVID-19 le permitió al talento femenino ganar más espacios laborales.

Datos de la empresa de ciberseguridad registraron que 53% de las mujeres cree que la presencia femenina ha incrementado en los trabajos de tecnología en los últimos dos años y que, en América Latina, el home office impulsó a que más mujeres en esta industria buscaran crecer en sus trabajos, pues el formato ha permitido que se valoren más las habilidades y competencias que el género.

En Latinoamérica, Perú es el país en el que más se ha notado el crecimiento de mujeres en puestos relacionados a tecnología y ciberseguridad; sin embargo, en México la disparidad aún es muy notoria, pues 24% de las mujeres en el país dijeron haberse sentido intimidadas por la disparidad de género en el sector y eso les hizo dudar de tomar un trabajo en tecnología.

¿Qué hacer?

Pese a que el panorama de equidad no es aún óptimo, el número de oportunidades laborales en tecnología, y en especial en ciberseguridad, es amplio y hace falta talento especializado para cubrir la demanda.

En Latinoamérica hacen falta 3 millones de talentos para cubrir puestos de ciberseguridad, según datos de Kaspersky.

Una de las propuestas para elevar el pool de talento para estos puestos está en el impulso de carreras STEM y en que el sector educativo de los distintos países apueste, cada vez de forma más notoria, por políticas públicas que promuevan el desarrollo de estas habilidades desde edad temprana.

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Sin embargo, hace falta mayor involucramiento de autoridades y el sector educativo para impulsar estas disciplinas, y mantener estas carreras hacia adelante, pues a medida que las interesadas crecen el interés se diluye y la brecha crece.

Según datos de la UNESCO, la cantidad de mujeres interesadas en disciplinas STEM empieza a bajar a medida que ellas crecen y las oportunidades de desarrollo en empresas parecen más lentas para el género.

La diferencia entre hombres y mujeres interesados en trabajos STEM puede tener hasta 40 puntos de brecha en niveles de maestría y doctorado, según la UNESCO, mucho más que cuando recién se gradúan de la universidad.

En paralelo, datos del estudio de Kaspersky revelaron que en cuanto a la percepción regional sobre qué género avanza más a prisa en su carrera, 39% de las mujeres creen que los hombres progresan más rápido en la industria de tecnología.

Durante un foro de mujeres en tecnología, expertas de la industria recomendaron que para crecer en esta industria una buena recomendación sería la apuesta por el desarrollo de habilidades blandas o de gestión de equipos, a la par de la especialización técnica, pues en sectores como la ciberseguridad hacen falta también perfiles legales o de gestión de crisis.

Otra sugerencia es también contar con un portafolio de proyectos propios o acercarse a mentores que sirvan como guías en el desarrollo profesional.