El pasado 20 de marzo, llegó a Nintendo Switch el nuevo Animal Crossing: New Horizons, la quinta entrega de la serie que ha sabido ganarse el corazón de miles de fanáticos que la siguen desde inicios de los dosmiles cuando apareció, por primera vez, el Animal Crossing Population: Growing!

Animal Crossing: New Horizons hace honor y justicia a su nombre. Si bien el juego mantiene exactamente la misma premisa que sus antecesores de brindar una experiencia de vida simulada, la realidad es que esta quinta entrega sí está enfocada y llevada a nuevos horizontes.

¿Cuál es el objetivo de Animal Crossing: New Horizons? Recordemos que los videojuegos de vida simulada no necesariamente tienen una narrativa, una estructura lineal o un antagonista aterrador.

En este subgénero, los jugadores pueden desarrollar vidas paralelas y, aunque suene hasta cierto punto «simplón», hay mucho encanto en las simulaciones de vida a través de los videojuegos.

Sin embargo, a partir de este tipo de títulos, surgen cuestionamientos interesantes: ¿Por qué habría de entretenernos un juego en el que sólo estamos pescando, recolectando insectos, talando árboles y hablando con personajes extraños?

Animal Crossing: Fanáticos crean escenas terroríficas del juego

En parte es cierto. Si una persona desconociera por completo lo que implica un videojuego de vida simulada o, específicamente, el argumento de la franquicia Animal Crossing y le explicas dicha descripción, ten por seguro que jamás se interesaría en intentarlo.

Pero, por alguna extraña razón, aquellos que han decidido aventurarse a vivir este tipo de experiencias en videojuegos de vidas virtuales como The Sims, Stardew Valley o My Time At Portia, saben que existe mucha magia en el simple hecho de jugar a vivir o de sentirse como un Dios que puede controlar todo.

Y, para ser completamente honestos, Animal Crossing: New Horizons, más allá de presentarse al mundo como un juego más de vida simulada, llegó para romper con todo tipo de paradigma en este subgénero. Detrás de esa simple premisa, hay posibilidades infinitas con las que se puede experimentar.

En Animal Crossing: New Horizons, debes contribuir a la economía llevando a cabo distintas actividades; tienes que trabajar para llegar lo más lejos posible o hasta donde finalmente halles el hartazgo.

Debes obtener recursos para hacer crecer a una sociedad. Eso que sucede en la vida real es trasladado a un juego, pero lo interesante es que todo está bajo tu control.

De ti depende el crecimiento y al principio es fácil: generas materiales, compras algunos lujos, explotas y exploras cada espacio de la isla en la que se desarrolla el juego, hasta que de pronto todo se va volviendo mucho más demandante.

Un juego que requerirá de tu nivel máximo de paciencia

Ya no basta con que encuentres unas cuantas maderas para crear una herramienta. Necesitas dedicación y, sobre todo, paciencia para lograr algo inimaginable, pero también necesitarás mucho dinero para vivir mejor.

Aunque no exista villano como tal, el verdadero enemigo que no se muestra de forma explícita, es Tom Nook, aquel mapache cínico que bien podría trabajar en la burocracia del SAT. A ese ser inmundo se le tiene que pagar para poder construir tu hogar, agregarle cuartos o hacer remodelaciones.

Si no tienes el dinero suficiente, es muy probable que te veas estancado, pero, por fortuna, existen muchas formas de conseguirlo; ya sea recolectando y cazando, encontrando minerales, juntando frutas, vendiendo objetos, o recibiendo depósitos por parte de tus amigos… pero más adelante ahondaremos en ese punto.

Además, otro detalle que debe ser señalado, es el hecho de que Animal Crossing: New Horizons responde al horario que tiene tu Nintendo Switch. Es decir, si juegas en la mañana de la vida real, el juego se verá colorido con un sol brillante y nubes hermosas. Si juegas en la noche, entonces encontrarás insectos más amenazantes y un entorno más oscuro y solitario.

Del mismo modo, el juego sigue las estaciones del año, así que siempre habrá algo nuevo para descubrir y encontrar. Por ejemplo, es muy probable que en primavera encuentres recursos que en invierno no podrás y viceversa. Es por eso que el jugador deberá tener un verdadero compromiso con la vida simulada que esté desarrllando.

Son ese tipo de elementos los que mantienen en total frescura al Animal Crossing: New Horizons; siempre hay algo nuevo que descubrir, pero no todo se puede hacer tan rápido. Justo ese realismo impreso es el que enriquece a la nueva entrega de la serie.

En la vida real, el crecimiento siempre es paulatino. No podemos tener un hogar en un abrir y cerrar de ojos y eso es lo que intenta demostrar Animal Crossing. Hay que destacar que el avance del juego tiene que ser en dosis pequeñas. Es posible estar más de 10 horas en un solo día, pero el curso del juego no permitirá que avances de forma proporcional al tiempo invertido.

En Animal Crossing: New Horizons no estás solo

Uno de los puntos fuertes de esta entrega es la posibilidad de jugar en línea. Si tus amigos tienen un Nintendo Switch y el New Horizons, ya la armaron.

Tú puedes ir a visitar las islas de tus amigos y ellos pueden viajar a la tuya. Esto hace que el juego se convierta en una experiencia doblemente divertida, pero, más allá de sólo caminar, puede ser de gran ayuda para contribuir a la economía.

Por ejemplo, si en tu isla sólo crecen cerezas, pero en la de tu amigo peras, puedes ir a recolectarlas para después venderlas. La fruta ajena siempre da mucho dinero. A su vez, puedes compartir recursos con los demás para ayudarlos a crecer.

No pasa nada si no visitas a tus amigos, pero podría tratarse de una excelente estrategia para tener acceso temprano a otros recursos que otros ya tengan. O bien, podrías ayudar a que otros que apenas estén iniciando, encuentren contigo otro tipo de materiales.

Para viajar a otra isla, es posible hacerlo desde un aeropuerto en el que podrás abrir tus puertas o conseguir un vuelo para llegar rápidamente con tus amigos.

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Sin lugar a dudas, Animal Crossing: New Horizons es un juego al que se le debe dar una oportunidad sí o sí. Es terapéutico y debido a las infinitas posibilidades que ofrece, permite que hagas y deshagas todo a tu manera. Su atmósfera es totalmente relajante y su banda sonora es envolvente.

No sólo te responsabiliza y te hace sentir un compromiso contigo mismo, sino que también sacará tu lado más creativo, puesto que, además de regirte por un sistema económico para hacer crecer todo, es posible que personalices lo que quieras.

Puedes cambiar, cuantas veces quieras, tu look, o diseñar tu propio hogar. Animal Crossing: New Horizons es un espacio imprescindible en el que podrás cumplir todos tus sueños frustrados; es esa segunda vida que necesitas.

Ahora bien, si es la primera vez que juegas un título de Animal Crossing, es posible que la dinámica no sea tan intuitiva, pero una vez que hayas agarrado el hilo, prometemos que no querrás parar.

Para finalizar, sólo queda decir el siguiente punto:

Pese a que Animal Crossing: New Horizons es brillante por sí solo, es muy posible que haya llegado en el momento perfecto, por lo que, inevitablemente, se debe profundizar bajo el contexto actual.

Debido a la crisis sanitaria y a la pandemia de coronavirus que se está viviendo a nivel mundial, miles de gamers han aprovechado el resguardo y el distanciamiento social para dedicar horas al título. Unos hasta han aprovechado para recrear escenas terroríficas, pero ¿Animal Crossing: New Horizons habría tenido el mismo impacto si no existiera la propagación de la enfermedad? Quizá no.

Por ello, nos atrevemos a decir que este juego es esa segunda vida que muchos necesitamos para llevar nuestra mente a otro lado. Al fin y al cabo, en este juego sí se puede disfrutar de un bello amanecer.

Calificación: 9/10
Año: 2020
Plataforma: Nintendo Switch