Elon Musk puso en pausa de manera provisional la compra de Twitter.

Esto se debe a que el magnate, dueño de Tesla y SpaceX, está a la espera de detalles sobre la proporción de cuentas falsas en la red social.

Hace unos días Twitter informó que las cuentas fake representan menos del 5 por ciento de sus 229 millones de usuarios activos diarios monetizables.

“El acuerdo sobre Twitter queda en suspenso de manera temporal a la espera de detalles que sustenten el cálculo de que las cuentas falsas representan menos del 5 por ciento de los usuarios” Twitter.

Repercusiones en Twitter.

Luego de este anuncio, las acciones de Twitter retrocedieron un 20 por ciento en los intercambios electrónicos previos a la apertura de Wall Street y se situaban en poco más de 36 dólares; muy por debajo de los 54.2 dólares por acción, que propuso el excéntrico Elon Musk.

Sin embargo, Musk, al ver como se perdía dinero, mandó un mensaje para dar “tranquilidad” a los inversionistas al decir que todavía está comprometido con la adquisición; no obstante, se encuentra a la espera de que se confirme la información, ya que el número real de cuentas falsas podría ser mayor.

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Y es que, con la compra de Twitter, por 44 mil millones de dólares, uno de los propósitos centrales de Musk es la erradicación de cuentas falsas, bots de spam y la transparencia de los usuarios.

Pero el dato de las cuentas falsas que lleva casi 10 años por debajo del 5 por ciento (según Twitter, evidentemente) es algo que le brinca a Musk, y tiene sentido porque con toda la evolución y explosión de las redes sociales, este número tuvo que incrementarse.

Pretexto.

Ahora bien, este suspenso en la compra de Twitter, tiene otro trasfondo, el económico; resulta que Musk ha recurrido a diversos métodos para recaudar fondos.

Vendió acciones de Tesla, obtuvo un préstamo y demás acciones, por lo que esto daría posibilidad a que quiera negociar un precio más bajo. No obstante, para que la junta directiva de Twitter acepte reabrir las negociaciones, el empresario tiene varios obstáculos.

El primero es convencer a los ejecutivos de que realmente se irá.

Además del proceso legal que debería enfrentar además de que, en caso de no cumplir con la oferta, Elon Musk deberá pagar mil millones de dólares por la ruptura.

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