Activa las notificaciones para estar al tanto de lo más nuevo en tecnología.

Sobre las contraseñas que guarda tu navegador

Hoy hay muchos sitios web que piden registrarse como usuarios de los mismos. Las razones van desde llevar una especie de registro de usuarios que...

passwords00Hoy hay muchos sitios web que piden registrarse como usuarios de los mismos. Las razones van desde llevar una especie de registro de usuarios que tiene el sitio o bien, en el peor de los escenarios, hacerse de cuentas de correo electrónico para mandarles correo spam. No importa lo que en muchos sitios web digan sobre el uso confidencial de datos. No podemos saber siquiera si cumplen con la privacidad de los datos de los usuarios o no. Sólo resta esperar que sean sitios web de cierta calidad ética y cumplan con lo que afirman hacer con los datos personales de los usuarios.

Y como hay tantos sitios web que nos piden un registro, muchas veces tenemos que inventar una contraseña para entrar a algunos de ellos. El truco de usar la misma contraseña para todos los sitios web no es una buena idea porque si alguien descubre cómo tenemos aceso a un sitio web y además se entera de otros sitios que visitamos, entonces ese personaje tendrá control sobre nuestras cuentas. Por otra parte, algunos sitios piden contraseñas con letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos especiales, y en ocasiones nuestras contraseñas no son tan sofisticadas, por lo que tendremos que crear una contraseña más y acordarnos de ella.

Bueno, no necesariamente, para ello podemos hacer uso de una característica que ofrecen los navegadores, que es acordarse de los nombres y contraseñas que usamos en algunos sitios de la red. Esto es muy útil por una parte: no tenemos que andar escribiendo cada vez que entramos, la contraseña del sitio web de interés y además, no tengo que acordarme de la cuenta. El navegador la guarda por mí.

Una ventaja de esto es que si se nos mete un programa que sea capaz de capturar todo lo que escribimos en el teclado (keylogger), no podrá capturar estas teclas y de alguna manera nuestra información de contraseñas estará segura. La contraparte es que cualquiera en el trabajo, por ejemplo, podría entrar a nuestras cuentas si le pedimos al navegador que usamos que guarde las contraseñas de los sitios web a los que accedemos. Vamos que hay pros y contras.

Sin embargo, la peor cuestión es que finalmente las contraseñas se guardan en alguna parte dentro de la máquina. Si por ejemplo, queremos saber dónde están y cuáles son las contraseñas en Chrome, simplemente ponemos en donde va el URL lo siguiente: chrome://settings/passwords y podremos ver claves y contraseñas. Estas aparecen con asteriscos, pero si marcamos cualquiera de las contraseñas guardadas, podremos ver su contenido sin problemas.

Y aunque no haya quien quiera sacar ventaja de nuestra información, si de pronto se nos mete un virus indeseable, éste podría buscar en qué parte del disco los respectivos navegadores guardan las contraseñas y hacerse de ellas. Así pues, podríamos estar en riesgo si ocurre un escenario como el planteado.

Pero la realidad es que quizás no hay que preocuparse demasiado. Tal vez haya que ser cuidadoso con las contraseñas de sitios como PayPal, Amazon, o cualquier otro lugar en la red en donde uno se ha dado de alta con la tarjeta de crédito, por ejemplo, porque ahí sí que nos podrían meter algunos “goles” muy feos, lo cual sería lamentable para nuestra cartera. Para muchos otros sitios, por ejemplo de noticias, o de datos especializados, tal vez no sea necesario preocuparse porque alguien acceda a nuestras contraseña, pues no hay daño que pueda ejercerse en contra de nosotros por ese descuido.

Como sea, en estas cuestiones hay que ser siempre cuidadosos. Nunca hay que bajar la guardia, pues siempre puede haber alguien “colgado del alambre” a ver si puede sacar algún tipo de ventaja con nuestra información.

Comentarios